Cuando la cantidad de sodio en los líquidos que recubren las células es insuficiente, el agua se traslada hacia estas para equilibrar los niveles, pero provoca que las células se hinchen con demasiada agua, lo que puede acarrear problemas en la salud. Es decir, se genera un exceso de agua que el riñón no es capaz de eliminar.
Lo explica a EFEsalud la nefróloga María Vanessa Pérez-Gómez, una de las autoras del estudio “¿Quién mató a Bruce Lee? La hipótesis de la hiponatremia, realizado por del Hospital Fundación Jiménez Díaz de Madrid y publicado en la revista Clinical Kidney Journal en marzo de 2022.
La muerte del actor y maestro en artes marciales Bruce Lee, en 1973 con 32 años, siempre ha sido una incógnita y ahora, con este estudio, se plantea la hipótesis de la hiponatremia.
Según la investigación basada en un análisis de la información pública disponible, “la causa de la muerte fue el edema cerebral debido a la hiponatremia. En otras palabras, proponemos que la incapacidad del riñón para excretar el exceso de agua mató a Bruce Lee”, dado también los múltiples factores de riesgo que reunía.
Tipos de hiponatremia y síntomas
Según la especialista de la Sociedad Española de Nefrología, existen dos tipos de hiponatremia: aguda y crónica.
La hiponatremia aguda ocurre cuando se produce una ingesta elevada o forzada de agua u otros líquidos en poco tiempo, por lo que a los riñones no les da tiempo a eliminarla.
Entre los síntomas más comunes, encontramos:
- Confusión, irritabilidad, inquietud.
- Convulsiones.
- Fatiga.
- Dolor de cabeza.
- Inapetencia
- Debilidad muscular, espasmos o calambres.
- Náuseas, vómitos.
Por otro lado, la hiponatremia crónica se produce cuando la persona ingiere grandes cantidades de agua y sus riñones están limitados, es decir, tienen causas que les impide esta eliminación de agua (como en el caso de tomar determinados fármacos, el consumo excesivo de alcohol o una dieta pobre en sólidos).
La doctora señala que en este caso, los síntomas son más difícil de identificar, pues al ser prolongada en el tiempo, el cuerpo se acaba acostumbrando.
Pacientes con riesgo de desarrollar la enfermedad
“Las personas que siguen tratamientos que pueden limitar la capacidad renal (tratamiento diuréticos, antiepilépticos, antidepresivos, opioides para el dolor) o aquellas que comen poco soluto y cuya dieta está principalmente basada en líquidos, son más propensas a desarrollar hiponatremia”, apunta la experta.
Además, añade que “la hiponatremia es un afección frecuente en pacientes hospitalizados y que hasta un 40% pueden presentarla”.
¿Cuándo debemos acudir al médico?
La doctora Pérez-Gómez hace especial hincapié en que ante la ingesta excesiva de agua que, además, va acompañada de alguno de los síntomas mencionados, es necesario acudir al médico, puesto que se trataría de una hiponatremia de tipo agudo.
En este caso, es más peligrosa que la de tipo crónico y por lo tanto, la velocidad de actuación debe ser rápida, ya que puede llegar a provocar una pérdida de conocimiento en el paciente e incluso un coma inducido.
Diagnóstico y tratamiento
Según la nefróloga, el diagnóstico de la hiponatremia se corrobora mediante un análisis de sangre.
En cuanto al tratamiento, señala que “hay que disminuir la ingesta de agua y corregir si se puede, el factor de riesgo que está limitando al riñón”.
Además, se puede complementar con solución intravenosa de sodio y medicamentos para atajar los síntomas.
Incide también en el hecho de que el agua está presente en los alimentos, en las comidas, en las frutas… por lo que se debe instruir al paciente para que lo tenga en cuenta.
Por otra parte, apunta que “la hiponatremia puede ser algo puntual que se desarrolla en determinadas situaciones” y que además, se puede volver a padecer.
¿Cómo podemos prevenir la hiponatremia?
La experta ofrece dos recomendaciones clave de cara a prevenirla:
- No forzar la ingesta de agua a menos que una recomendación médica lo prescriba. No hay que beber por beber.
- Fijarse en los alimentos y en las cantidades de agua que contienen. Y especialmente, en la sal, ya que al consumir alimentados más salados, necesitamos beber más agua.
“Tener que beber sí o sí dos litros de agua al día no está científicamente demostrado. Una persona tiene que fijarse en lo que bebe y en lo que elimina”, concluye la doctora.
EFESALUD