Del Mundial Qatar 2022, el primero que se realiza en el mundo árabe, se pueden decir muchas cosas pero sobretodo que cuenta con tecnología de punta para controlar cada momento decisivo en un encuentro.
A la tecnología de los estadios desmontables, el VAR Hawk-Eye, se suma otro fenómeno que viene a revolucionar el deporte rey: los balones de fútbol que se enchufan a un cargador de móvil.
Así es, tal como se ha leído, los balones de futbol son conectados por medio de USB. Si bien muchos podrían creer que el balón del torneo llamado ‘Al Rihla’ también hace de lámpara, definitivamente solo sería pensar en algo erróneo. El motivo por el cual se tiene que enchufar a la red eléctrica tiene una explicación tecnológica y tiene que ver con dos chips.
Hasta ahora, la pelota era simplemente eso: una pelota. Actualmente todo ha cambiado y el balón utilizado en los partidos es una herramienta más para saber cómo transcurrió el evento deportivo. Para conseguirlo, la redonda incorpora dos tecnologías que Infobae explicará de forma general para entender por qué Al Rihla se carga mediante un USB.
La pelota del fútbol, cada más inteligente
El gran protagonista de la fiesta del fútbol no podía quedar fuera de los avances tecnológicos. Pese a que en otras ediciones del Mundial de la FIFA ya se han visto nuevas tecnologías en los balones de fútbol, como en el de Francia 1998 con una capa que hacía aumentar su durabilidad, o el de Rusia 2018 que contaba con un chip NFT que interactuaba con los internautas y aficionados, en el de Qatar se puede encontra que el balón se tiene que cargar a la corriente eléctrica.
Si bien esta tecnología no era un secreto, y tampoco se habló mucho de ella, ha sido un usuario en Twitter que ha hecho una foto viral, la cual muestra a unos balones cargándose antes de un partido del Mundial. Una imagen que viene a cuestionar el futuro de este deporte.
Por qué la pelota Al Rihla tiene que ser cargada por USB
Ante todas las dudas, la FIFA reveló que el balón tiene en su interior un chip que integra dos sensores: UWB y IMU.
Uno de ellos, es un sensor de banda que permite conocer la ubicación exacta del balón en todo momento del partido, además de que puede enviar esta información en tiempo real. Mientras que el segundo sensor, es una unidad de medición inercial, permitiendo conocer la velocidad, orientación y fuerzas gravitacionales que afectan al balón.
Debido a que este sistema funciona con una pequeña batería, tiene que ser cargado antes de cada encuentro, tal como los usuarios cargan sus teléfonos inteligentes para ser usados en el día.
Por último, y a pesar de toda la tecnología descrita en este artículo sobre Al Rihla, es una de las pelotas más livianas y veloces que se han usado. Así lo han manifestado algunos futbolistas como Sergio Rochet, arquero de Uruguay, señalando que es un balón “muy rápido”, y que hace su trabajo más complicado.
“Si lo pateas muy fuerte y pones mucha potencia en el, se va volando”, dijo Keiran Trippier, lateral derecho de Inglaterra, con respecto a lo liviano del esférico.
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