Además de la incomodidad que representa viajar de pie en una unidad de transporte público en Ciudad Bolívar, al tener que soportar las órdenes de los pocos sutiles colectores pidiendo que caminen hacia la parte final del pasillo para hacer espacios y abordar a nuevos pasajeros, los usuarios del servicio también tienen que lidiar con los altos niveles en el volumen de la música dentro de las unidades, convirtiendo el traslado en una desagradable y tormentosa experiencia.
No importa la hora en la que se aborde la unidad, al parecer, los conductores y colectores no conocen de tiempo al momento de colocar cualquier música en sus respectivas unidades y tampoco respetan los volúmenes, expresó una usuaria.
“Te montas a las siete de la mañana y te ponen el reggaeton a toda mecha y cuando pides parada el chofer no escucha, todo el mundo comienza a gritar pidiendo parada, pero como el estruendo es tan grande cuando por fin el chofer se percata de que debe detenerse, entonces, deja a uno en donde la da la gana”, dijo Carmen Salazar al ser consultada.
Otros usuarios alegan que nadie se atreve a reclamar a los choferes para evitar una confrontación. “Porque uno les dice algo y la respuesta es un grito, te mandan a bajar o te dicen que si no quieres bulla que te vayas en un taxi”.
De igual manera, reclaman el hecho de que muchos de los choferes no respetan las paradas establecidas.
“Uno pide parada en un sitio determinado y ellos no se paran, te dejan en donde mejor les parece y te regañan diciendo que allí no hay parada. Otros hasta se guindan a pelear con quien les reclame, pero, si el pasajero se encuentra, así sea en una subida, y les saca la mano para abordar la unidad, allí si se paran volando”, agregó Lester González.
Los usuarios consultados también admitieron que este escenario no ocurre en todas las unidades, pero si en una inmensa mayoría, sin embargo, hicieron un llamado a las autoridades competentes a fin de ponerle freno a lo que calificaron como una “falta de conciencia” de quienes se ganan la vida gracias a quienes se montan en esas unidades de transporte. Gledis Bonilla