Los libros son una puerta al conocimiento, en sus páginas podemos encontrar un sin fin de aventuras y perspectivas de todos los ángulos culturales. En Venezuela, y particularmente los textos escolares tuvieron una recuperación importante, tras dos años de fuertes golpes por la pandemia y debido a la presencia de libros digitales.
En este sentido, el vicepresidente de la Cámara de Editores de Venezuela, Julio Mazparrote, dijo que «vimos que este año la demanda superó la oferta, debido a que las editoriales estaban trabajando con cautela, y resultó que recibimos una gran aceptación en los colegios y muchas editoriales se quedaron sin poder cubrir la demanda y tuvieron que reimprimir a última hora».
No obstante, en una entrevista, aseguró que ha sido un año muy duro para las librerías, ya que muchas de estas cerraron sobre todo las especializadas y hay algunas que han tenido que ir agregando otras áreas como papelería, juguetes o regalos.
Las expectativas del sector para el 2023 son enfocarse en la recuperación de las ferias de libros.
«La Cámara del Libro estuvo un poco rezagada estos dos últimos años y este año queremos reavivarla y acercarla sobre todo a las empresas privadas, retomar un poco la responsabilidad social», apuntó.
Producción de libros
Mazparrote refirió que en líneas generales, el material que se utiliza para producir los textos impresos no tiene ningún inconveniente puesto que es importado y «se puede traer».
Sin embargo, la situación económica que atraviesa el país disminuyó la compra de libros y en consecuencia su producción es limitada.
«Un texto escolar está entre 5$ el más económico que generalmente es el libro Silabario con el que se aprende a leer hasta 20$ o 25$ la enciclopedia que se utiliza en primaria y tiene todas las materias».
Con información de unionradio.net
