Al menos 56 personas murieron como consecuencia de la tormenta invernal que azotó Estados Unidos durante el fin de semana de Navidad, 31 de ellas en el condado neoyorquino de Erie.
Buffalo, en Nueva York, fue sepultada por hasta 128 centímetros de nieve y azotada por fuertes ventiscas que hicieron que la conducción quedara cegada.
La tormenta ártica también ha afectado a los viajes de vacaciones, con 3.000 vuelos cancelados dentro, hacia o fuera de EEUU al martes por la tarde, según el sitio de seguimiento FlightAware.
El este y el sur de la nación experimentaron este martes una subida de temperaturas al amainar la tormenta, mientras que otro frente frío llegó a la costa oeste con nieve y lluvias, informó el servicio meteorológico nacional (NWS, en inglés).
No obstante, pese al fin de Elliot, el caos aéreo continúa a pocos días de otra festividad, la de Año Nuevo, con más de 3.000 vuelos cancelados este martes, según el portal Flight Aware, dejando en tierra a miles de pasajeros que tenían previsto viajar durante las vacaciones.
Los más afectados son los usuarios de la aerolínea Southwest, que es la responsable del 63 % de las cancelaciones y cuyas líneas de atención telefónica están saturadas.
(EFE)
