China anunció, este jueves, que reabrirá los puestos fronterizos con Hong Kong y Macao el 8 de enero; además de reanudar el tránsito aéreo en ambas ciudades semi autónomas y cancelar el límite actual de vuelos hasta la parte continental.
El Consejo de Estado (Ejecutivo chino), a través de su mecanismo conjunto de prevención y control epidémico, notificó el levantamiento de una serie de restricciones que afectan al flujo de personas entre China y las ciudades de Hong Kong y Macao.
Entre las nuevas medidas publicadas destaca la reanudación de la entrega de permisos de entrada y salida para las personas que deseen visitar las antiguas colonias británica y portuguesa.
Las personas procedentes de Hong Kong que quieran entrar en la parte continental del país solo deberán presentar el resultado de una prueba de PCR negativa realizada dentro de las 48 horas previas al cruce de la frontera.
Además, deberán rellenar un formulario en su declaración de salud en los puestos fronterizos, según el diario oficialista Global Times.
Los viajeros provenientes de estas ciudades ya no serán evaluados cuando crucen la frontera a partir del domingo, como ha sido costumbre por la estricta política de ‘cero covid’ que ha regido al país asiático en los últimos tres años.
Hong Kong había seguido una política de tolerancia cero contra el coronavirus similar hasta que dejó de exigir cuarentenas obligatorias en hoteles el pasado mes de septiembre.
Unas estrictas restricciones que causaron que Singapur adelantase a Hong Kong como el principal centro financiero de Asia, para quedarse como el tercero en el mundo, según un informe de Global Financial Centres Index.
Este anuncio supone un paso más desde que China notificó a finales de diciembre que reabrirá sus fronteras el próximo 8 de enero, por primera vez desde marzo de 2020.
Pero la rápida propagación del virus por el país tras retirar la mencionada política antipandémica ha sembrado dudas sobre la fiabilidad de los datos oficiales de contagios y muertes.
Esto ha provocado que varios países hayan decidido en los últimos días exigir a los viajeros procedentes del país asiático test negativos de covid para viajar a sus territorios.
Pekín calificó de «desproporcionadas» las restricciones que han impuesto varios países a los viajeros procedentes de China, como requerir test negativos de covid a los pasajeros llegados del país asiático, una medida que parece no ser tan desmedida si el punto de origen es Hong Kong de camino a la parte continental.
A partir del 8 de enero, la covid dejará de ser una enfermedad de categoría A en China, el nivel de máximo peligro y para cuya contención se exigen las medidas más severas, para convertirse en una de categoría B, que contempla un control más laxo, marcando así en la práctica el fin de la política de ‘cero covid’, desmantelada por las autoridades después de que se produjesen protestas.
Con información de EFE.