Por falta de garantías de seguridad, este viernes la Organización de las Naciones Unidas dio a conocer que decidió disolver la misión que debía investigar el ataque a un centro de detención de prisioneros de guerra ucranianos en Donbass, en julio pasado.
Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, señaló que la decisión se tomó «ante la ausencia de las condiciones necesarias para desplegar la misión en el lugar», reseña RT.
En este sentido, precisó que para una misión «peligrosa en lo que es una zona de guerra activa, se requieren garantías claras de seguridad y acceso por ambas partes».
«No sentimos haberlas recibido», comentó sin precisar cuál de las dos partes no proporcionó tales garantías.
No obstante, el secretario general de la ONU -dijo- está dispuesto a «reconstituir la misión con extrema rapidez, si se dan las garantías», remarcó Dujarric.
Solicitud de Rusia
Rusia, a través de su ministerio de Defensa, solicitó a la ONU y al Comité Internacional de la Cruz Roja que iniciaran una investigación imparcial del incidente.
El ataque ocurrió el 9 de julio de 2022, en el centro de detención que albergaba a prisioneros de guerra ucranianos en Yelénovka, en la República Popular de Donetsk, dejó 50 prisioneros muertos y otros 73 heridos.
Ataque selectivo con arma gringa
De acuerdo con autoridades de la República Popular de Donetsk, el régimen de Kiev eliminó deliberadamente a los combatientes ucranianos que se habían rendido «para tapar las huellas de sus crímenes de guerra».
Aseguraron que se trató de un bombardeo deliberado con la intención de eliminar particularmente a los combatientes de Azov que habían empezado a hablar.
La acción fue considerada una provocación para intimidar a los militares ucranianos e impedir su rendición.
El centro de detención donde estaban retenidos los militares ucranianos, incluidos los combatientes de Azov, fue atacado por un lanzacohetes múltiple HIMARS estadounidense.
Con información de ultimasnoticias.com.ve