El presidente de Bolivia Luis Arce, concedió una entrevista a RT en Español, en la cual habló sobre la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y los retos para la América Latina.
Al principio de la entrevista, Arce destacó que varios países latinoamericanos «hoy se encuentran atravesando situaciones muy especiales», y recordó la situación en Brasil, donde poco después de que Lula da Silva asumiera la presidencia tuvieron lugar «acciones violentas en contra de un Gobierno democráticamente elegido». «Es un momento muy difícil para muchos países y la coyuntura internacional también es preocupante», indicó.
Hablando sobre la salida de Brasil de la Celac en 2020 y su reingreso al grupo este año, Arce expresó su satisfacción por «el retorno de un país tan importante como Brasil, no solamente en el aspecto económico, sino también político, social, [teniendo en cuenta] la influencia que tiene Brasil en varios países de la región». «Y, sobre todo, ahora sí ya podemos decir que estamos completos, que somos todos los países que integramos la Celac», destacó.
Estrechar vínculos con el BRICS
En cuanto a los lazos del grupo con el resto de los países, Arce declaró les parece «sumamente importante que la Celac pueda estrechar vínculos con los países del BRICS». En medio de una situación «muy importante en el mundo. Creemos que los países tienen que tener una lectura amplia de lo que está pasando», dijo.
«Hoy hay un bloque emergente de una economía naciente con un potencial increíble y hay otro bloque decadente y queda claro que América Latina […] no puede aislarse» ante estos hechos, afirmó el presidente boliviano, añadiendo que «Bolivia tomó esta decisión hace mucho tiempo atrás».
La inflación más baja de la región
Al ser preguntado sobre la baja inflación en su país, Arce hizo hincapié en que, al asumir el poder, «cambiamos totalmente el modelo económico», detallando que aplican «un modelo económico social comunitario productivo, un modelo totalmente antineoliberal, un modelo hecho por bolivianos para nuestra economía».
«Cuando asumimos el gobierno, el país estaba en crisis, estábamos enfrentando la primera ola de la pandemia, y estábamos con el peor comportamiento del producto interno bruto, teníamos negativo 12 % de crecimiento, […] además del elevadísimo endeudamiento externo e interno», señaló, destacando que recibieron «un país en desastre» y tuvieron que «aplicar varias medidas».
Estos pasos dieron resultados y el año pasado Bolivia tenía «alrededor de 4 % del crecimiento económico y, evidentemente, con la inflación más baja no solamente de la región».
«Nosotros estamos viendo que debemos estar entre las tres primeras economías con menos inflación del planeta y eso se debe, repito, a la aplicación de nuestro propio modelo económico que enfrenta una crisis económica que se veía venir», indicó el jefe de Estado boliviano.
Teniendo en cuenta la pandemia y el conflicto bélico en Europa, «hemos tratado nuevamente de aplicar nuestro modelo, [que] es un modelo redistribuidor del ingreso, un modelo donde se van cerrando las brechas entre ricos y pobres, un modelo donde estamos reduciendo la extrema pobreza y la pobreza moderada, un modelo económico nuestro que genera excedentes económicos y que se los redistribuye en la economía», enfatizó.
Cambios en la región
Expresándose sobre el panorama político en la región, el presidente declaró que «la derecha internacional, al verse derrotada en las elecciones, busca métodos no democráticos para hacerse del poder».
«Nosotros lo hemos vivido en 2019. […] Vemos que a nivel de la derecha internacional también se tratan de rearticular los grupos para no dejar gobernar, para desestabilizar los Gobiernos populares de izquierda que se van instaurando por voto popular», dijo.
«Cuando los partidos de izquierda van ganando democráticamente, a los grupos de derecha ya no les conviene la democracia y empiezan a utilizar otros mecanismos que no son democráticos para poder hacerse del Gobierno o por lo menos desestabilizarlos», agregó.
Sin embargo, señaló que, «en la medida en que los países de América Latina vayamos teniendo el pensamiento más o menos homogéneo, va a ser mucho más fácil poder articular políticas que nos beneficien a todos, porque estamos viniendo de gobiernos que han nacido del voto popular, la voluntad popular en las urnas».
«Este voto popular, mayoritario en América Latina, lo que quiere es que resuelvan sus problemas económicos, que se resuelvan los problemas de las brechas sociales, de las desigualdades, de la pobreza que tienen la mayor parte de los países de la región», afirmó.
«Nosotros somos un Gobierno que trabaja para la mayoría de la población, para los más empobrecidos, para los discriminados del pasado», enfatizó. En ese contexto, dijo que, cuando Bolivia tenía un Gobierno de derecha durante el golpe de Estado en el país, «se dio cuenta que a estos Gobiernos no les interesa el pueblo, les interesan sus bolsillos, les interesan sus propios intereses que tienen de clase. Mientras tanto, los Gobiernos que llegan al poder por voto popular en democracia «son los que van allí preocupándose por beneficiar y sacar a esa gente de la pobreza, de las desigualdades».
Retos
Al ser preguntado sobre los retos actuales en la región, Arce dijo que hay que «sobrevivir ante esto que está ocurriendo en el mundo», detallando que se refería al conflicto entre Rusia y Ucrania.
Al mismo tiempo, enumeró la necesidad de usar «la tecnología para mejorar el estándar de vida, la calidad de vida en nuestros países», un ámbito en el que «falta mucho por hacer».
«Creemos que en América Latina podemos generar tecnología propia que nos puede servir para nuestros países. Por lo tanto, es muy importante coordinar y poder aunar los esfuerzos», destacó.
Además, reiteró la necesidad de «integrar e incorporar a las mujeres. Todavía hay muchos retos, venimos de una América Latina muy desigual, heredada de los Gobiernos neoliberales del pasado», que no estaban interesados en «resolver los problemas de la estructura social, sino en resolver los problemas del bolsillo de algunos sectores», afirmó.
«Tenemos una deuda acumulada pendiente, y eso es lo que nuestros Gobiernos tienen que acelerar para poder compensar todo y recuperar todo el tiempo perdido en décadas», concluyó el mandatario.
Con información de Actualidad RT.