Tener un cuchillo afilado en casa es de gran ayuda al momento de cocinar, especialmente para cortar la carne, pescado, pollo o vegetales.
Este utensilio consta de una delgada hoja generalmente metálica, con uno o ambos lados afilados y un mango para sujetarlo.
El uso continuo y el paso del tiempo hace que vaya perdiendo el filo. Aunque no es lo único también va relacionado si es sometido a altas temperaturas, se corta sobre bases duras, por la corrosión que generan algunos alimentos como el limón o tomate.
La mejor manera de evitar tener un cuchillo que no corte, es ir afilándolo de manera frecuente para que mantengan la precisión, seguridad y sobretodo del corte sin tanto esfuerzo.
Pero, si no dispones del afilador, hay otros utensilios que pueden servir para este mismo fin.
Trucos para afilar el cuchillo
Manual:
Existen soluciones para hacerlo en casa como los afiladores manuales. Pasa la hoja del cuchillo por la abertura que traen los afiladores hacia ti. Debes pasarlo por el más grueso para quitar cualquier imperfección y luego, para por la abertura más fina, este perfila la hoja y la deja pulida.
Otra opción es colocar la hoja de acero sobre el afilador en un ángulo de 20º. Fricciona el afilador desde el borde hasta la punta del cuchillo varias veces. Repetir por el otro lado de la hoja.
Dos cuchillos:
Si quieres una solución rápida, utiliza otro cuchillo para este fin. Desliza la hoja contra que deseas afilar en la otra y repite varias veces por ambas caras.
Chaira para el cuchillo:
Con ella puedes quitar las imperfecciones que pueda tener el cuchillo. Recuerda que cada vez que lo usas quedan mellas en la hoja. Solo debes pasar la hoja sobre él para afilarlo.
Piedra de agua
Para este método necesitarás dos piedras: una de ellas es para vaciar la hoja del cuchillo, desgastarla y la otra para afilar la hoja. Debes manera un ángulo de 15° sobre la piedra
EFE