Tras la explosión del coctel de químicos, que se derramaron por el descarrilamiento del tren, 3.500 peces han muerto en la localidad y los habitantes todavía sufren algunos síntomas
Autoridades sanitarias han recomendado a los habitantes de East Palestine, en Ohio, consumir y utilizar agua envasada, ante el riesgo de que las afluentes del río Ohio puedan estar contaminados, tras el desastre ambiental causado por el descarrilamiento de un tren a principios de mes.
El pasado 3 de febrero un tren de la compañía Norfolk Southern, presentó un accidente en la región antes descrita, cuando transportaba 150 vagones cargados con productos químicos, que al descarrilarse, produjeron una explosión con un incendio, que terminó derramando por lo menos seis sustancias químicas que han afectado el medio ambiente.
La situación obligó el desalojo preventivo de la población, así como la muerte de unos 3500 peces en el río Ohio.
Además de la afectación psicológica, los habitantes de East Palestine han sufrido vómito, dificultades respiratorias y otros síntomas.
Las autoridades anuncian que el aíre de la población no está contaminado y que pueden volver a sus hogares, pero los habitantes reportan que aún hay fuertes olores metálicos en el ambiente y afectaciones en las mucosas, por lo que se encuentran algo dudosos y llenos de incertidumbres ante la situación.
Además de recomendar el consumir agua embotellada, las autoridades de Ohio han manifestado que el aíre es seguro para respirar. Indican que las personas que evacuaron puede vivir en sus hogares.
Manifestaron que vendrán jornadas considerables de limpieza, pero aseguran que actualmente no hay mayor peligro.
Sin embargo, los habitantes de East Palestine mantienen fuertes dudas ante el desastre ambiental y exigen de manera enérgica a las autoridades respuestas no solamente ante el siniestro, sino también, para asegurar su integridad.
Lo derramado en Ohio
Para la Agencia de Protección Medioambiental (EPA), la lista de químicos derramados en el agua y el suelo, así como los esparcidos en el aíre es considerable.
Los más representativos son el cloruro de vinilo, acrilato de butilo, acrilato de etilhexilo y éteres monobutílicos de etilenglicol.
Sin embargo, la organización asevera que hasta los momentos no han detectado toxicidad, algunas en el medio ambiente que pueda ser perjudicial para los humanos y las demás especies. “El control del aire realizado por la EPA no detectó contaminantes químicos preocupantes en las horas posteriores a la quema controlada. Los residentes de la zona y de decenas de kilómetros de distancia pueden percibir olores procedentes del lugar. Esto se debe a que los subproductos de la quema controlada tienen un umbral de olor bajo. Esto significa que la gente puede oler estos contaminantes a niveles mucho más bajos de lo que se considera peligroso”.
Pero la misma agencia advirtió que la contaminación de partículas es por encima de los niveles de detección normal.
Con información de The Washington Post, El País y AFP
