Después de haber leído este artículo seguramente pensará: «¡Ya me lo imaginaba!» Definitivamente, no puede ser que la inteligencia, por sí sola, sea el motivo por el cual algunas personas llegan más lejos, económicamente hablando. Y es verdad, las personas que ganan mucho no son automáticamente las más inteligentes.
En un reciente estudio se pudo confirmar que el salario y la inteligencia van de la mano solo hasta cierto punto. Y que hay otros factores que también influyen en el éxito financiero.
Los investigadores analizaron datos de casi 60.000 hombres suecos. No solo tuvieron acceso a sus ingresos, sino también a los resultados de un test de inteligencia especial realizado durante su inspección para cumplir el servicio militar.
Marc Keuschnigg, profesor de Sociología en la Universidad de Leipzig y profesor asociado en el Instituto de Sociología Analítica de la Universidad de Lindköping, en Suecia, es uno de los autores de dicho estudio. Su trabajo en el país escandinavo le permitió obtener dichos datos.
Correlación entre salario e inteligencia
Mientras que el ingreso anual fue fácil de registrar, la inteligencia, en cambio fue más difícil. Los 60.000 suecos que examinaron Keuschnigg y su equipo habían realizado el mismo procedimiento entre los 18 y los 19 años: la llamada Prueba de Calificación de las Fuerzas Armadas, que el Ejército sueco usaba para evaluar las habilidades cognitivas de los jóvenes.
Keuschnigg lamenta que las mujeres estén completamente excluidas de su estudio. «No nos parece nada bien. Solo lo hicimos debido a la base de datos que estaba disponible, ya que las mujeres no fueron examinadas para el ingreso al Ejäericto», afirmó el sociólogo. Los investigadores también consideraron exclusivamente los datos de años en los que todos los hombres suecos tuvieron que pasar por la prueba de aptitud para el servicio militar, a fin de evitar riesgo de sesgos.
«Relacionamos las mediciones de inteligencia de la prueba para el servicio militar con las mediciones del éxito en el mercado laboral en su vida posterior», explicó Keuschnigg. En términos concretos, esto significa que Keuschnigg y sus colegas realizaron un seguimiento de los ingresos anuales de los hombres durante un período de diez años, cuando tenían entre 35 y 45 años, y calcularon sus ingresos en promedio.
Los resultados arrojaron «que hay tres segmentos diferentes del mercado laboral», según el investigador. Hasta una cierta cantidad de ingresos, el salario y las capacidades cognitivas no parecen estar vinculados, es decir, las personas ganan más sin que los investigadores puedan observar que su capacidad cognitiva sea mayor.
«En el 50 por ciento superior de los que participan en el mercado laboral, vemos un vínculo muy, muy fuerte entre ingresos y habilidades cognitivas», reconoce Keuschnigg.
La inteligencia no lo es todo
Sin embargo, la correlación desaparece a partir de ingresos en torno a los 60.000 euros. «El aumento de los ingresos ya no va acompañado de un aumento de las capacidades cognitivas. Llegamos a un límite”, explica.
Según el estudio del sociólogo, el uno por ciento de los que más ganan, con unos 200.000 euros anuales, obtiene casi el doble que el resto, pero los primeros son «un poco menos inteligentes», afirmó Keuschnigg.
En resumen: esta es la buena noticia: el jefe de una empresa recibe más salario, pero no necesariamente es más inteligente que los trabajadores a su cargo. Y la mala noticia es que, posiblemente, el mismo jefe haya tenido más suerte o mejores conexiones, que le facilitaron ascender en su carrera. Por otra parte, también factores complementarios que pueden ayudar más al éxito financiero: la resiliencia al estrés y el buen trato hacia los demás.
Con información de DW.