Según la medicina ayurveda y la alternativa, no solo es posible, sino también recomendable porque esta especia tiene varias propiedades medicinales que pueden contribuir con la salud de la piel.
La cúrcuma tiene un compuesto bioactivo llamado curcumina, que además de conferirle su característico color amarillento, les el principal responsable de la mayoría de sus propiedades curativas. Para ser más precisos, gracias a la curcumina, la cúrcuma tiene efecto antiinflamatorio y antioxidante, lo que viene a ser ventajoso a la hora de combatir el acné.
Aunque las investigaciones científicas han podido evidenciar dicho efecto, lo cierto es que aún queda mucho por conocer acerca de las propiedades de la cúrcuma. Sin embargo, todo parece apuntar que esta especia podría ser una buena aliada en dermatología.
¿Por qué utilizar cúrcuma para el acné?
Polvo y raíz de cúrcuma
Los beneficios de utilizar cúrcuma para el acné son variados e interesantes. Primero, cabe destacar su acción antibacteriana capaz de combatir microorganismos como el acné, cuando se combina con ácido láurico. Su efecto se compara con el de fármacos como la eritromicina y la clindamicina.
Por otro lado, esta especia tiene efectos antiinflamatorios que indicen de manera positiva sobre los problemas dermatológicos. Si bien se requieren más evidencias científicas para comprobar su acción contra el acné, los datos anecdóticos sugieren que resulta efectiva.
La cúrcuma y sus antioxidantes también tienen otros efectos importantes a la hora de tratar el acné. Su aplicación tópica ayuda a reparar los tejidos, minimizando la presencia de cicatrices. Asimismo, estimula la producción de colágeno y disminuye el riesgo de arrugas prematuras.
Otros beneficios de la cúrcuma para la piel
A diferencia de otros tratamientos convencionales, usar cúrcuma para el acné produce otros efectos importantes sobre la salud de la piel. Gracias a su contenido de curcumina, vitaminas y minerales, es un buen complemento para promover el bienestar cutáneo.
Ayuda al tratamiento de la sarna.
Favorece la curación de heridas.
Contribuye a incrementar el brillo natural de la piel.
Es un buen complemento para hacerle frente a los brotes de psoriasis.
Minimiza el estrés oxidativo y previene el envejecimiento prematuro.
Para aprovechar al máximo las propiedades de la cúrcuma para el acné, proponemos un tratamiento en el que potenciamos su efecto con los componentes del aceite de coco. Este ingrediente natural contiene ácido láurico, reconocido por su efecto antimicrobiano, útil en el tratamiento del acné.
Además, el aceite de coco ha sido ampliamente estudiado en dermatología, ya que hidrata la piel y apoya el tratamiento de enfermedades como la psoriasis y eccema. Incluso, al igual que la cúrcuma, apoya el proceso de cicatrización y regeneración, minimizando la acción negativa de los radicales libres.
Ingredientes
1 cucharada de cúrcuma en polvo (15 g)
2 cucharadas de aceite de coco orgánico (30 g)
1 cucharada de miel de abejas (15 g)
Preparación
Primero, vierte la cúrcuma en polvo en un recipiente limpio.
A continuación, agrega el aceite de coco y la miel de abejas.
Remueve por unos minutos hasta obtener una mezcla homogénea.
Modo de aplicación
Antes de extender la mascarilla sobre las áreas afectadas por el acné es importante retirar cualquier residuo de maquillaje o suciedad.
Una vez el rostro esté limpio, se procede a aplicar el producto.
Asegúrate de cubrir por completo las zonas problemáticas.
Déjalo actuar 15 minutos y enjuaga con agua templada.
Repite su aplicación como mínimo 3 veces a la semana.
Precauciones
Aunque el tratamiento de cúrcuma para el acné puede resultar eficaz, no hay que ignorar que puede producir efectos secundarios. Cuando la aplicamos de forma tópica, puede manchar temporalmente el cutis o dejar un ligero residuo amarillo. Suele desaparecer con una buena rutina de limpieza.
Con información Mejor con Salud