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viernes, septiembre 20, 2024

El telenovela “Estefanía” le dio la bienvenida al color

En la década de los 70 del siglo pasado, Venezuela podía presumir de tener una industria de la televisión bastante desarrollada, en relación con la mayoría de los países latinoamericanos. La cobertura de algunos canales se extendía hasta islas del Caribe y regiones fronterizas con Colombia, donde el talento nacional era tan admirado como en suelo propio.

Venevisión había abierto mercados internacionales para las telenovelas locales, con la comercialización del clásico fiallesco “Esmeralda”, protagonizada por Lupita Ferrer y José Bardina, mientras RCTV había hecho otro tanto, con la venta de “La usurpadora”, encabezada por Marina Baura y Raúl Amundaray.

Frente al monopolio mexicano de Televisa había aparecido un fantasmita sudamericano, cuando las producciones brasileñas y colombianas todavía no daban señales de vida. Ni hablar de las turcas y las surcoreanas.

Sin embargo, quedaba una tarea pendiente para la modernización total: sacudirse el blanco y negro. La discusión se había trancado en la escogencia del sistema a color más adecuado, entre el estadounidense NTSC, el francés Secam y el alemán PAL. Finalmente, con la llegada a la Presidencia de la República de Luis Herrera Campins se resolvió el conflicto, al optar por el que resultaba más obvio: el gringo.

Así comenzó un nuevo capítulo en la historia de la industria que contaba con dos antecedentes importantes. En 1972, Renny Ottolina grabó el primer programa policromático titulado “Churún Merú”, incluido en la parrilla de la Cadena Venezolana de Televisión (hoy VTV). Y en 1974, “Doña Bárbara” se convirtió en la primera producción dramática teñida, aunque llegó a la pantalla en blanco y negro.

La primera

El honor de ser la primera telenovela transmitida a color en Venezuela lo registra “Estefanía”, cuyo estreno fue el 26 de julio de 1979. El canal de Quinta Crespo le apostó a una trama ambientada en el oscuro período perezjimenista, para vivir el tránsito hacia la nueva era de la televisión criolla.

Como cabecillas de elenco, los ejecutivos escogieron a Pierina España y José Luis Rodríguez, una sólida pareja que, de inmediato, enganchó a la audiencia. No obstante, a mitad de la historia, El Puma tuvo que abandonar las grabaciones, para atender compromisos de su incipiente carrera internacional. Después vendría el Festival de Viña del Mar y su éxito intercontinental, con la canción “El pavo real” como punta de lanza.

Entonces, el personaje de El Guácharo, un luchador clandestino contra el poder, fue encomendado a Carlos Olivier. Los televidentes siguieron el desarrollo de la trama hasta su fin, el 27 de enero de 1980.

Jefazo

La historia de “Estefanía” fue creada por el zuliano Julio César Mármol, quien comandó el equipo de escritores formado por Kiko Olivieri, Isamar Hernández, Edgar Mejías, Alicia Barrios y Pedro Felipe Ramírez.

Esta telenovela significó la consagración de Gustavo Rodríguez, quien realizó una magistral interpretación como Pedro Escobar, jefe de la Seguridad Nacional. A su lado, el magnífico Tomás Henríquez como el esbirro Manuel Fulvio.

Además, el elenco, dirigido por César Bolívar, incluyó a Amalia Pérez Díaz, Agustina Martín, Mahuampi Acosta, Grecia Colmenares, Javier Vidal, Zulay García, Luis Rivas, Carlos Márquez, Charles Barry, Julio Jung y Carmen Julia Álvarez, entre otros.

Con información ÚN

Roelsi Gudiño
Roelsi Gudiño
Periodista, Productora Audiovisual, Fotográfa, Marketing Digital, Creador Digital
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