Algunos estudios psicológicos, dormir abrazado a una almohada y boca abajo puede indicar que somos personas honestas y abiertas, aunque a veces podemos ser demasiado directos y decir lo que pensamos sin filtros.
Esta franqueza, aunque valiosa, puede ser vista como una mala costumbre en ciertas situaciones.
Además, quienes necesitan dormir abrazando algo, ya sea una almohada, un peluche o incluso una mascota, suelen ser personas con un gran apego emocional y muy confiadas.
Estas personas son vistas como amigas en las que se puede confiar, siempre dispuestas a ayudar en cualquier problema.
Sin embargo, a veces pueden ser percibidas como demasiado pegajosas, y deben aprender a manejar su necesidad de proximidad con los demás.
Su fuerte vínculo familiar también es notable, ya que aman intensamente y protegen a sus seres queridos con gran dedicación.
Aspectos negativos
Esta postura también puede estar relacionada con sentimientos de soledad, especialmente después de una ruptura significativa o debido a otros motivos emocionales.
Abrazar la almohada puede ser un intento de llenar ese vacío y sentir una conexión.
Momentos de ansiedad también pueden llevar a esta acción, ya que abrazar algo puede ser una forma de encontrar consuelo y relajación después de un día difícil.
Sin embargo, abrazar la almohada también puede ser un recordatorio de que, a pesar de las dificultades, todo estará bien.
Con información de Diario Uno