La comunidad Milagros de Dios, ubicada en la parroquia José Antonio Páez, es un sector vulnerable que alberga a aproximadamente 600 personas. Fundada hace más de 12 años, esta zona aún no cuenta con servicios básicos adecuados.
No hay red de aguas servidas y el tendido eléctrico no está adecuado, observándose postes improvisados y cableados de alambre en todas las calles de la comunidad.
Además, no cuentan con servicio de aseo urbano, asfalto, aceras ni brocales. Otra de las carencias es la falta de transporte público y una infraestructura escolar que quedó a medias. El 95% de las viviendas son ranchos de zinc.
Carlos Azuaje, habitante de la comunidad, exclamó: «Aquí cada día estamos peor en este barrio. Son muchos años que lleva nuestra comunidad y no nos han hecho nada».
Hizo un llamado a los organismos competentes para que se aboquen a esta comunidad que está en el olvido.
Yanitza Martínez