Chile anunció el 1 de agosto que reforzará su frontera norte y buscará coordinarse con otros países para hacer frente a una esperada nueva ola migratoria desde Venezuela tras la reelección del presidente Nicolás Maduro, que la oposición denuncia como un fraude.
«Hay una preocupación de que esto se pudiera intensificar y para eso ciertamente tenemos que prepararnos», declaró a periodistas la ministra del Interior, Carolina Tohá.
El nuevo flujo de migrantes «no es algo que va a pasar en las próximas horas, pero podría pasar en las próximas semanas y meses y para eso tenemos que prepararnos y no prepararnos solos, sino que coordinarnos con otros países», agregó la ministra.
Chile cuenta con una frontera de casi 1.000 km de extensión en el norte del país, donde limita con Perú y Bolivia. En febrero de 2023, el país desplegó militares en la zona en un intento por controlar el ingreso de migrantes por pasos no habilitados.
Patrullajes en franja fronteriza de Chile
El subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, arribó el jueves a la ciudad de Iquique, (1.800 km al norte de la capital Santiago), para visitar la localidad altiplánica de Colchane, un pequeño poblado andino en la frontera con Bolivia que es el punto más utilizado por los extranjeros para ingresar a Chile.
Monsalve anunció un refuerzo de patrullajes en toda la franja fronteriza con un aumento del personal militar desplegado en la zona y de una segunda línea de control en las carreteras que conducen a las distintas ciudades chilenas.
«Lo primero, es dotar de mayores medios a las fuerzas que están operando en la frontera», afirmó. También, adelantó que se anticipará la compra de equipamiento y mejorará la capacidad de vigilancia aérea con drones y nuevas cámaras.
Chile y otros gobiernos de la región temen una nueva llegada masiva de venezolanos tras la reelección del presidente Maduro, cuestionada por la oposición, luego de que 7,5 millones de personas dejaran el país durante la última década, según estimaciones de la agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
Según las estimaciones de Naciones Unidas, los cinco países de Latinoamérica con mayor número de migrantes de Venezuela son Colombia (2,8 millones), Perú (1,5 millones), Brasil (568.000), Chile (532.000) y Ecuador (444.000).
Con información de agencias.