El hielo que cubre Groenlandia es más frágil de lo que se pensaba: apenas tendría 1,1 millones de años, por lo que sería aún más vulnerable a los impactos del cambio climático, según las conclusiones de un estudio recogido este lunes en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias americana.
Sus autores han analizado el sedimento de muestras del núcleo de hielo de Groenlandia, extraídas a tres kilómetros de profundidad en el año 1993 y conservadas durante 30 años en la Instalación de Núcleos de Hielo de la Fundación Nacional para la Ciencia en Lakewood (Colorado).
El sedimento estudiado contiene semillas de amapola, restos de ramas de árboles, de hongos y de insectos, lo que demuestra que el centro -y no sólo los bordes- de la capa de hielo de Groenlandia se derritió en un pasado geológico reciente; haría 1,1 millones de años.
La isla reverdeció tras ese deshielo el tiempo suficiente para que se formase un suelo que fuese capaz de albergar un ecosistema de tundra verde, según muestran los sedimentos.
Y, posteriormente, volvió a cubrirse de hielo.
Implicaciones
Que la capa de hielo de Groenlandia sea más frágil de lo previamente estimado por los científicos implicaría que su deshielo y consiguiente impacto en la subida del nivel del mar serían peor de lo esperado, subraya uno de los autores, Paul Bierman, científico de la Universidad de Vermont en un comunicado del centro.
Los investigadores recuerdan que, en la actualidad, el nivel del mar aumenta, de media, más de un centímetro cada década.
«Cada vez aumenta más deprisa. La previsión es que suba varios metros a finales de este siglo. Y si no se reduce rápidamente la emisión de gases de efecto invernadero, el deshielo casi total de Groenlandia en los próximos siglos provocaría una subida del nivel del mar de unos seis metros», añade Bierman.
Con información Dw en Español