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Ciudad Bolivar
martes, diciembre 3, 2024

El himeneo de los comejenes

Por: Francisco Delascio Chitty   

Los comejenes pertenecen al orden de los isópteros, palabra griega que se traduce como iso (igual) y pteros (alas), en alusión a la forma, tamaño y venación de sus alas. Ellos, están considerados como los insectos más voraces destructores de madera, son llamados por guaros del Delta del Orinoco “a-jimu”, por los pemones de Bolívar, “chirima o chiripra” y por los yanomamis del Amazonas “arepo”. Su nombre más generalizado es termita, deriva del latín “termes” que significa carcoma, ya que ellos carcomen la madera con sus enérgicas mandíbulas. Así mismo, termita es palabra griega “therme” que se traduce como calor; posiblemente por la energía calórica que se genera en sus nidos. Estos nidos, termiteros o comejenales pueden alcanzar hasta los 6 metros de altura. Las termitas son descendientes de las cucarachas, e hicieron aparición sobre la faz de la tierra en el Eoceno hace unos 60 millones de años y están conformados por 1717 especies diferentes. El termitero está sojuzgado por una hembra, la reina, algunas de ellas pueden alcanzar el tamaño de un dedo humano, y su volumen abdominal puede dilatarse y esa crasitud obedece a que ella es una máquina natural de poner huevos; llegan a desovar más de 80 mil huevos al día. Los comejenes en general son ciegos; solo los sexuados (imagos) ven la luz del día una vez en la vida, cuando hacen su “vuelo nupcial o de himeneo”. Con un acople barométrico y obedeciendo su necesidad de sexo, los imagos salen volando de su nido cuando cae la tarde. Luego del vuelo, llueve y se humedece y ablanda la tierra; los comejenes, ahora sin alas, cavan un agujero que será su nueva morada. Los comejenes son insectos xilófagos, es decir, se alimenta básicamente de madera muerta, no obstante, pueden consumir papel, productos textiles, plásticos, cauchos, materiales de revestimiento blando y ciertos hongos que cultivan en sus nidos. El proceso digestivo en los comejenes es complicado para descomponer la lignina (leño, madera), celulosa y hacerlas nutritivas, se valen de organismos simbióticos (protozoos y bacterias) que viven en sus intestinos. Por ello, los comejenes al nacer se lamen instintivamente entre ellos el ano, para así obtener flagelados intestinales; este proceso se conoce como “trofalaxia”. No todos ellos, destruyen madera, algunos consumen hierbas, hojas y mantillo, desempeñando un importante papel en la fertilidad de los suelos. Así, por ejemplo, los comejenes (Nasutitermis ssp), en combinación con las hormigas (Acrocomyrme landoltii), construyen formación de pequeños bosquecillos tal como los estudiamos, el entomólogo Klass Jaffé y quien suscribe en la zona de Waroma-tey, Municipio Piar del estado Bolívar. Por otra parte, los comejenes, forman parte de la dieta de los miembros de algunos de nuestros grupos étnicos y están considerados como un manjar muy nutritivo, de hecho, el 36% de proteínas. Los yanomamis consideran que es la mejor yesca para el fuego, es el nido del comején (arepa-koko). En Venezuela, según los llaneros, existen dos tipos de comején: el de tierra, que es gordo y se les da a las gallinas para que engorden. Y, el comején de palo (árbol) que no sirve de alimento, pues se le queda pegado en el buche a las gallinas. Igual en nuestros Andes, le dan a comer a los gallos de pelea comején, pues existe la fama, que alimentándolos con ellos adquieren una mayor capacidad de pelea. Figurativamente en ciertas regiones venezolanas se llaman “comejenera”, una reunión de personas de mal vivir.

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