Un equipo de científicos de varias naciones reveló que el asteroide que impactó contra la Tierra hace 66 millones de años, y a cuya explosión y posterior cataclismo se atribuye la extinción de los dinosaurios, se originó más allá de la órbita del planeta Júpiter.
La revista Science publicó la víspera los resultados de dicha investigación, que detalla que el asteroide provenía del sistema solar exterior. Se descartó que fuese un cometa.
Ello se determinó a partir del estudio de sedimentos generados en un periodo entre el Cretácito y el Paleógeno, luego de la extinción de los dinosaurios. Dichos sedimentos mostraron concentración de rocas espaciales conocidas como condritas carbonáceas, detectadas más allá de Júpiter.
Los científicos también midieron la presencia de isótopos de rutenio, elemento muy raro en la Tierra y común en meteoritos. En este caso, las mediciones arrojaron que la presencia de rutenio era muy uniforme, inclinando a los autores del trabajo a concluir que probablemente procedían de condritas carbonáceas.
Entre otros datos, los investigadores analizaron muestras de otros cinco impactos de asteroides en los últimos 541 millones de años.
Según pesquisas anteriores, el asteroide impactó en Chicxulub, sitio ubicado en la actual península de Yucatán, en aguas poco profundas.
Se estima que era más grande que el monte Everest, con un diámetro aproximado entre 6 y 12 km. Desencadenó un terremoto de colosales dimensiones que generó escombros y cenizas. Según estimaciones, la explosión habría tenido una fuerza de 10.000 millones de bombas atómicas como las arrojadas en 1945 por el Ejército de EE.UU. sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki.
El cataclismo acabó con los dinosaurios no avianos, los pterosaurios, los ammonites y la mayoría de los reptiles marinos, según reportes.
Estos cubrieron la atmósfera y generaron un descenso brusco de temperaturas en todo el orbe, poniendo fin a la vida de los dinosaurios y alrededor del 60 por ciento de las especies.
El estudio fue liderado por Mario Fischer-Gödde, de la Universidad de Colonia (Alemania) e incorporó a investigadores de Italia, Brasil, Suecia, Estados Unidos, Austria, Reino Unido, Dinamarca y Bélgica.
Con información de teleSUR.-