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miércoles, septiembre 18, 2024

La Feria del Orinoco: Tradición, sabores y entretenimiento para propios y visitantes

Además de la pesca, otro de los atractivos de la Feria del Orinoco es la llegada de los vendedores ofreciendo variedad en ropa, artesanía, bisutería, comida, dulces típicos y los diferentes espacios de entretenimiento como el bingo, la ruleta, entre otros.

En ese sentido, esta edición de la feria ha mantenido dicha tradición. Desde la recién finalizada semana, quienes dan vida al máximo evento del año en la ciudad, se instalaron en el paseo Orinoco.

Desde tempranas horas de la mañana los bolivarenses se dan cita al paseo para disfrutar de la pesca y hacerse de unos kilos de pescado de la temporada, pero también esperan a media mañana para caminar por los diferentes puestos y explorar las novedades.

Las ofertas están a la orden del día, aunque en cuanto a variedad “no es mucha la diferencia en comparación con lo que ofrecen los vendedores informales en el centro”.

En los diferentes puestos, se pueden observar los típicos juegos de feria. Una gran mesa ocupa varios metros para dar espacio a los amantes del bingo. También hay lugar para quienes prefieren probar suerte lanzando un globo para tumbar varios vasos y llevarse un premio, otros giran la ruleta, mientras que otros tantos, se concentran lanzando dados para sumar puntos y soñar con llevarse una motocicleta. No podía faltar el acostumbrado juego de adivinar en dónde quedó la bolita, cuya apuesta puede superar hasta los 20 dólares.

Una feria sin comida, estaría incompleta; y si algo sobra en esta son los expendios de alimentos con las ventas de churros con leche condensada, arequipe y chocolate; el algodón de azúcar, el jojoto sancochado, las cotufas, helados y la gran cantidad de ofertas en combos de perros calientes y hamburguesa.

Quienes disfrutan del recorrido afirman que “se pasa un rato agradable”, aunque recuerdan aquellas épocas en la que llegaban vendedores de diferentes países.

“Antes venías y había ecuatorianos, peruanos, colombianos, entre otros, y te ofrecían cueros, artesanías de sus países, ropa diferente. Era mucha la variedad de artesanía. También la feria duraba un mes”, expresa, Juan Campos.

Sin embargo, otros aseguran que prefieren la tranquilidad y seguridad de una feria más organizada y con menos días de duración.

“Aunque antes había más vendedores y era una feria más larga, me quedo con esta en la que puedes disfrutar sanamente, en la que puedes traer a tu familia sin temor a que los roben o algún vendedor vivo nos estafe, como me pasó una vez. Me gusta que todo esté ordenado y limpio de este lado, porque del lado de la pesca prevalece la imprudencia de quienes usan los espacios públicos como baños y ponen la nota discordante a un evento tan bonito como este”, dice José Lira.

Por su parte, algunos vendedores indican que las ventas empezaron un poco “flojas”, sin embargo, el optimismo es mayor, pues, también aseguran que, “es normal iniciar así, pero con el paso de los días y, sobre todo, en ´horas picos´ las ventas siempre aumentan”.

Aunque existen opiniones diversas e infinitas comparaciones, lo cierto es que en los últimos años la Feria del Orinoco, se ha consolidado como un punto de encuentro para el esparcimiento de sus visitantes, quienes lo disfrutan de inicio a fin.

Gledis Bonilla.-

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