Para aquellos amantes del buen vino, este 29 de agosto es una fecha especial,ya que se celebra el Día Internacional del Cabernet Sauvignon. Esta fecha fue establecida en 2010 para rendir homenaje a una de las variedades de uva más prestigiosas y plantadas en el mundo.
El Día del Cabernet Sauvignon varía cada año, pues es el jueves anterior al Labor Day, Día del Trabajo en Estados Unidos, que tampoco es una fecha fija, ya que se celebra el primer día de septiembre. Es así como en 2023, el 31 de agosto es el día de este famoso vino, una fecha creada en 2010 por Rick Bakas, sommelier certificado por la Corte de Masters Sommeliers de Estados Unidos.
El cabernet sauvignon, considerado el rey de los vinos tintos, es la variedad más consumida en el mundo: el 14 % del vino comercializado es de este tipo. Y también es la de más prestigio.
Originario del sudoeste de Francia, es producto de una mutación botánica natural que ocurrió en el siglo XVIII cuando hubo un fenómeno de la naturaleza que unió el cabernet franc con el sauvignon blanc y dio paso a la uva cabernet sauvignon, que se adapta a distintas tierras y es de las mejores cepas para crear vinos jóvenes y vinos de alta gama y complejidad.
¿En qué copa de toma el Cabernet Sauvignon?
Para disfrutar plenamente de esta variedad, es importante elegir la copa adecuada. Aquí están las características principales:
Tamaño: La copa de Cabernet tiene un generoso tamaño que permite que el bouquet se desarrolle en su totalidad. Su cáliz de gran volumen ayuda a liberar adecuadamente todos los aromas de esta variedad de uva. Aunque es grande, hay algunos modelos aún más amplios, como las copas de Burdeos.
Forma: Tiene un cáliz abombado que se va espigando hacia la parte superior de la boca. Esta forma crea una cámara donde se concentran todos los aromas. Además, dirige la entrada del vino correctamente, lo que la hace ideal para variedades más ácidas y menos tánicas.
Diámetro: Es holgado, especialmente en la zona baja del cáliz. Esto permite que el vino tinto tenga suficiente espacio para oxigenarse correctamente. La parte alta de la copa, donde se sitúa la boca, se va estrechando, lo que asegura que el vino alcance primero la zona más amplia de la lengua.
¿Cómo catarlo?
A través de todos los sentidos…
- Visión: Inclinar la copa unos 45° contrastando con un fondo blanco para apreciar los tonos violáceos e intensos, propios de los vinos jóvenes.
- Olfato: Acercar lentamente la copa para percibir su olor, luego realizar movimientos circulares con la copa para airear el vino y sentir el aroma a frutos silvestres.
- Gusto: Beber un poco y saborearlo en toda la boca antes de tragarlo para sentir sus fuertes notas a grosella, cereza y ciruela, cuando son jóvenes, y sus matices más especiados si han envejecido.
¿Cómo maridarlo?
La comida que lo acompañe es fundamental para disfrutar su sabor. Se recomiendan:
- Carnes rojas a la brasa o guisos de ternera, carnes condimentadas acompañadas de puré o ensalada.
- Frutos secos y queso cheddar, gouda o parmesano.
- Chocolate amargo.
¿Cómo no arruinarlo?
Hay alimentos con los que no debe combinarse porque se generan sabores desagradables. Algunos son:
- Comida picante, porque satura el paladar y altera el olfato.
- Cacao, porque tienen taninos similares, compuestos que dan astringencia y amargor. No confundir con el chocolate.
- Huevo cocido, porque tiene un efecto similar al cacao.
- Alcachofas, porque a algunos les produce un sabor metálico y a otros el vino se les torna dulce. Tampoco espárragos, espinacas y acelgas.
- Ahumados fuertes, porque el humo estropea el paladar.
- Vinagre, porque su acidez anula al vino.
Con información de medios.
