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lunes, septiembre 16, 2024

El origen del símbolo matemático del infinito

Este signo, que ha sido utilizado para representar el concepto de infinitud desde el siglo XVII, tiene una historia mucho más antigua. ¿Alguna vez te has preguntado de dónde proviene? ¿Por qué un matemático decidió usar un ocho acostado para expresar algo que no tiene fin?

El término “infinito”, fundamental en diversas ramas de las matemáticas, describe algo que no tiene fin o límite. Este concepto, mucho más del contexto filosófico que pueda rodearlo, es fundamental en diversas ramas de las matemáticas, ya sea desde la teoría de números hasta el cálculo. Por ejemplo, la serie de números enteros es infinita porque siempre podemos añadir uno más a cualquier número dado y, a diferencia de todos estos números reales, el infinito no puede ser medido ni cuantificado. 

Es una idea algo abstracta que, aunque a veces se usa en operaciones matemáticas, no es un número en el sentido tradicional.

Pero ¿de dónde ha salido? Por medio de documentación y bibliografía, se sabe que el símbolo “∞” fue introducido en las matemáticas en el siglo XVII por John Wallis, quien utilizó este símbolo para representar una cantidad “infinitamente grande”, una que no tiene cota ni límite. El símbolo se derivó de la palabra latina “infinitas”, que significa “ilimitación” y, aunque Wallis no explicó por qué eligió este símbolo en particular, su elección ha generado varias teorías interesantes.

El símbolo del infinito, tal como lo conocemos hoy, apareció por primera vez en la obra “Arithmetica Infinitorum” de John Wallis en 1656. Wallis, un matemático inglés, lo utilizó para simplificar la representación de cantidades infinitas en sus ecuaciones y conceptos matemáticos. Sin embargo, Wallis nunca dejó una explicación clara de por qué eligió este símbolo, lo que ha llevado a diversas conjeturas sobre su origen.

Una de las hipótesis más aceptadas es que Wallis pudo haberse inspirado en el símbolo romano para el número mil, “CIƆ”, que se utilizaba para representar una gran cantidad. Esta teoría sugiere que Wallis simplemente adaptó un símbolo ya existente para un concepto nuevo y abstracto. Otra teoría popular es que el símbolo del infinito está relacionado con la Serpiente Uróboros, una figura de la mitología griega y egipcia que representa serpientes mordiéndose las colas, formando un círculo sin fin. Esta imagen simboliza la naturaleza cíclica del universo y la eternidad, conceptos que resuenan de alguna forma con la idea del infinito.

Serpiente Uróboros.

Otra teoría barajada coloca a la lemniscata de Bernoulli como una posible inspiración para el símbolo del infinito, es decir, una curva matemática que tiene una forma similar al “∞”. Aunque esta curva fue nombrada así después del trabajo de Jacob Bernoulli en 1694, se cree que su forma podría haber influido en la representación gráfica del infinito debido a su apariencia de lazo cerrado y continuo.

No obstante, es cierto que, antes de su adopción en matemáticas, el símbolo del infinito también se ha relacionado en alguna ocasión con la alquimia y la religión. En la alquimia, el símbolo representaba la eternidad y el ciclo perpetuo de transformación, conceptos que también están en el corazón de la noción matemática del infinito. Además, algunas representaciones del analema solar, que traza la posición del sol en el cielo a lo largo de un año, tienen una forma similar a la del símbolo del infinito, lo que sugiere una conexión más profunda con los ciclos naturales y cósmicos.

La ilustración de un hombre reflejado en espejos de forma continua es una buena metáfora de un bucle infinito.

Con información de Globovisión.

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