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sábado, noviembre 23, 2024

Humo de los incendios en la Amazonía llega a grandes ciudades de Brasil, Argentina y Paraguay

La ciudad brasileña de Porto Velho, con casi medio millón de personas, vive inmersa en una nube de humo causada por la ola de incendios que azota la Amazonía en la peor sequía de los últimos 75 años.

“El tiempo es bueno, pero hay un poco de humo”, avisa el piloto durante la aproximación.

Es día de suerte, porque en el último mes decenas de vuelos han sido cancelados por culpa de la falta de visibilidad.

Aun así, salir del aeropuerto es como entrar en una sala de fumadores: la garganta se seca, los ojos escuecen y una neblina blanquecina impide ver a lo lejos.

Según IQAir, una empresa que mide la calidad del aire, Porto Velho es en este momento la ciudad más contaminada de Brasil, con niveles que superan por mucho los de megalópolis como Nueva Delhi o São Paulo.

La concentración de partículas, que se infiltran fácilmente en el pulmón y en la sangre y pueden provocar enfermedades cardiovasculares y respiratorias, ha llegado este lunes a 194 microgramos por metro cúbico, 13 veces más que el nivel diario recomendado por la Organización Mundial de la Salud.

Casi cinco millones de km2 se vieron afectados por ese humo en Brasil, es decir, 60% del territorio, según estimaciones de Karla Longo, investigadora del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), a partir de datos por satélite.

Y «si tenemos en cuenta las zonas afectadas en los países vecinos y en el océano Atlántico, la superficie alcanzada el domingo fue de 10 millones de km2», precisó esta investigadora en un correo del INPE enviado a la AFP.

Las autoridades argentinas y uruguayas informaron a su vez este lunes 9 de septiembre de la presencia en varias regiones de este humo, que también procede de focos en Bolivia y Paraguay, según el Instituto Uruguayo de Meteorología.

Sao Paulo, la mayor ciudad de América Latina situada en el sureste de Brasil, figuró este lunes por momentos a la cabeza de la clasificación de las mayores metrópolis más contaminadas del mundo, según la empresa de vigilancia de calidad del aire IQAir, con base en Suiza.

El índice de partículas finas (PM2,5) alcanzó 69 microgramos por metro cúbico, es decir, 14 veces más que el límite recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La situación también es preocupante en Rio de Janeiro, donde la tasa se eleva a 26 microgramos por metro cúbico, cinco veces más.

«Sofocante»

Amanecer en Rio de Janeiro, una de las ciudades afectada por el humo de los fuegos de la Amazonía en Brasil, el 9 de septiembre de 2024.
Amanecer en Rio de Janeiro, una de las ciudades afectada por el humo de los fuegos de la Amazonía en Brasil, el 9 de septiembre de 2024. © Pablo PORCIUNCULA / AFP

En varias ciudades brasileñas, las autoridades sanitarias dieron cuenta en los últimos días de un fuerte aumento de personas que sufren problemas respiratorios, como crisis de asma, neumonía o sinusitis.

El aire «está muy seco, muy contaminado. No se respira, es sofocante», dijo a la AFP Ieda Bandeira, de 76 años, que vende dulces frente a una estación de metro en Sao Paulo.

Los incendios, en su mayor parte de origen criminal y a menudo ligados a la actividad agrícola, se propagan más fácilmente debido a una sequía histórica que los expertos relacionan con el cambio climático.

«Me preocupa mucho» esta situación, «principalmente porque ya hace un tiempo que parece que no vamos a volver a la normalidad (…) Respirar está difícil, dormir está difícil. Enfermamos más, con una tos que parece que no va a partir», dijo por su parte Maicon Santos, de 37 años, que trabaja en la documentación para el agronegocio.

Humo en vez de humedad

Imágenes por satélite de la Agencia estadounidense de Observación Oceánica y Atmosférica (NOAA) mostraron el lunes una espesa nube de humo gris bordeando la cordillera de los Andes hacia el sur del continente.

Este fenómeno se debe a la dirección del «viento que canaliza el humo hacia el sur», explicó a la AFP la meteoróloga Estael Sias, de la agencia de previsiones Metsul.

Normalmente, esto favorece la formación de los llamados «ríos voladores» que transportan la humedad de la Amazonía hacia el sur. Pero debido a la sequía prolongada y a los incendios, en vez de precipitaciones, el viento trae humo.

«El aire ya es de mala calidad debido a la sequía, pero la humareda agrava la situación», asegura esta especialista.

Según datos del INPE, el número de focos de incendios en Amazonía desde el inicio del año casi se duplicó respecto al mismo periodo de 2023.

Otras regiones de Brasil sufren también grandes incendios forestales, como el Parque Nacional de la Chapada dos Veadeiros, a unos 250 km al norte de Brasilia, donde más de 10.000 hectáreas se esfumaron en los últimos días.

Puesta de sol naranja

Otro fenómeno inusual ligado al humo de los incendios: en varias regiones de Brasil, el sol se volvió una bola espectacularmente anaranjada a la hora de su puesta.

Esto se debe «a los rayos que atraviesan las nanopartículas invisibles a simple vista, lo que le da ese tono rojo-naranja», según Estael Sias.

La experta estima que la situación no mejorará «sin precipitaciones regulares», que no se esperan «antes de octubre o noviembre».

Con información de France 24

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