Las faldas del volcán Pichincha, en el occidente de Quito y donde se asientan barrios residenciales, fueron quedando a oscuras a partir de las 22:00 locales (03:00 GMT del jueves) como estaba previsto. También se fue la luz en el centro histórico y el ruido de generadores de energía en el norte de la capital irrumpió.
En el puerto pesquero de Manta (suroeste) y en la andina Cuenca (sur) también se reportó la suspensión del servicio en diferentes puntos.
El gobierno anunció el domingo un apagón preventivo de ocho horas a nivel nacional, pero este miércoles el ministro de Energía, Antonio Goncalves, precisó que la suspensión del servicio será por menos horas y por sectores en el país, cuya demanda de electricidad depende en un 70% de la generación hídrica.
El corte más largo en Quito durará cinco horas, mientras que en la localidad amazónica de Loreto (noreste) habrá apagones de seis horas, según la programación de empresas distribuidoras.
Informe desde Ecuador: racionamiento de electricidad será de seis horas
Áreas estratégicas como hospitales y el servicio de seguridad ECU911 están excluidos del racionamiento. Previo al corte de luz, policías y militares patrullaban las calles de la capital y realizaban inspecciones a los transeúntes.
Tras el apagón de este miércoles, Ecuador -con 17 millones de habitantes- sufrirá nuevos cortes en el mismo horario nocturno durante el período del lunes 23 y jueves 26 de septiembre, de acuerdo a lo previsto desde el martes.
Para ahorrar energía, el sector público hará teletrabajo el jueves y viernes de esta semana y la siguiente.
Goncalves dijo que «si llueve bastante consistente, no puede haber apagones» y que técnicos están bombardeando nubes para producir aguaceros.
Temores
Mauricio Males, propietario de una tienda de accesorios para celulares en el centro de Quito, teme ser víctima de ladrones durante los apagones. «Con el apagón, hay que tener más cuidado. Nosotros nos vamos a quedar a dormir en el local», contó a la AFP el hombre, de 29 años.
Hasta las 06:00 locales de este jueves (11:00 GMT), cuando el mantenimiento debe terminar, regirá un toque de queda en seis de las 24 provincias y en la localidad minera de Camilo Ponce Enríquez (sur), que están bajo estado de excepción a causa de la violencia del narco.
Al menos 46.000 policías y 31.000 militares patrullarán el territorio nacional, donde también operan bandas dedicadas al secuestro y extorsión y a las que el Ejecutivo declaró la guerra en enero, desplegando soldados con el argumento de que la nación atraviesa un conflicto armado interno.
El martes, militares asumieron la tarea de brindar seguridad a la importante represa de Mazar, en el sur andino y que abastece de agua a un complejo de tres hidroeléctricas, cuyo nivel ronda los 2.121 metros sobre el nivel del mar (once metros por encima del mínimo).
Ecuador actualmente registra un déficit de 1.000 megavatios, de los cuales al menos 100 son cubiertos con una barcaza térmica que empezó a operar plenamente el martes.
Incendios y racionamientos de agua
En la zona sur del país se han registrado 68 días continuos sin lluvias. El verano intenso en todo el territorio también ha causado incendios forestales, que dejan unas 35.000 hectáreas de vegetación quemadas, once personas heridas y unos 45.000 animales de granja muertos.
Los apagones afectan además la distribución de agua potable. En Quito, donde no ha llovido durante 38 días, la empresa del ramo estableció un cronograma de racionamientos del líquido.
«Mi mamá adquirió bastante agua (en botellones) por el temor de que este servicio escasee», dijo a AFP Diana Rodríguez, quien vive en el norte de la capital, donde ya se han presentado problemas de abastecimiento por la sequía.
Su familia compró focos recargables en previendo que se prolonguen los racionamientos de electricidad.
La Cámara de Comercio del puerto de Guayaquil (suroeste y núcleo comercial) estima que el país pierde unos 12 millones de dólares por cada hora de apagón.
Debido al estiaje o la acumulación de sedimentos en los diques por torrenciales lluvias que no han sido permanentes, así como por un «error humano», Ecuador sufrió otros racionamientos este año. En abril hubo cortes de hasta 13 horas al día.
Con información de France 24