Al atardecer de este miércoles 2 de octubre, la Comunidad Judía de todo el mundo da la bienvenida al año nuevo judío (Rosh Hashaná): El 5785 según el calendario hebreo.
Rosh Hashaná marca el inicio de un nuevo año y una oportunidad para comenzar de nuevo. Es un momento para dejar atrás el pasado, arrepentirse de los errores y hacer buenas resoluciones para el futuro.
La fiesta comienza con la salida de las primeras estrellas y se prolongará a lo largo del día siguiente, el jueves 3 de octubre. En este día, la comunidad judía recuerda la creación del mundo, y al sexto día, del ser humano. Además, comienzan diez días de balance espiritual en los que las personas realizan un examen de conciencia sobre las acciones del año que cierran y piden perdón a Dios.
El trabajo está prohibido en Rosh Hashaná y muchos judíos pasan la festividad asistiendo a servicios especiales en sus sinagogas y luego celebrando con comidas festivas.
Además, según la tradición, en todos los hogares judíos, las chicas encienden velas y recitan bendiciones; y en la sinagoga también hay unas lecturas especiales y se toca el Shofar, una especie de trompeta fabricada con un cuerno de carnero, cuyo sonido invita a «despertar» la conciencia de las personas «con el fin de arrepentirse de los malos actos y volver a Dios».
El Rosh Hashaná tiene sus propios alimentos simbólicos: el tradicional pan trenzado, Challah, manzanas y miel. Simbolizando a Dios, los ciclos del año y el sustento que se avecina, el Challah, salpicado de pasas, generalmente se sumerge en miel y se come en una comida de celebración. También lo son las manzanas, que representan la esperanza de un buen año venidero. Se cree que la tradición de comer manzanas para Rosh Hashaná se originó con los judíos asquenazíes en Europa que usaban la fruta de otoño en sus comidas de año nuevo.
Con información de Notitarde.