La tecnología avanza a pasos agigantados. Tomemos el sector de los smartphones como ejemplo. Cada año tenemos teléfonos con procesadores más y más potentes (como el Snapdragon 8 Gen 3 del Samsung Galaxy S24 Ultra o el A18 del iPhone 16 Pro). Las pantallas tienen más brillo (llegando a cifras asombrosas) y las cámaras tienen la capacidad de grabar vídeo en LOG con resoluciones de 4K120 o hasta de 8K. Todo eso consume mucha, muchísima batería, y precisamente todo evoluciona… excepto la propia batería.
Sí, con nuevas técnicas, los fabricantes están pudiendo crear baterías de más capacidad y densidad, pero la tecnología de iones de litio tiene un techo y parece que ya lo hemos alcanzado. Si queremos más, debemos hacer baterías más grandes o inventar una nueva tecnología. Y, como el grafeno parece que no termina de llegar, hay que investigar. Precisamente, eso es lo que ha hecho Samsung, quien acaba de presentar su batería de estado sólido más pequeña.
Estado sólido
Las baterías actuales de la inmensa mayoría de dispositivos están compuestas por iones de litio. Tienen un electrolito líquido o gelatinoso en su interior y tienen tres pegas principales: si se sobrecalientan pueden tener fugas e incendiarse, se degradan con el tiempo tras muchos ciclos de carga y cada vez que queremos aumentar su capacidad, debemos también aumentar su tamaño.
Supusieron un enorme paso adelante respecto a las de níquel-cadmio anteriores, pero como decimos, no están evolucionando al mismo ritmo que el resto de componentes electrónicos. Ahí entran en juego las baterías de estado sólido. El electrolito en estas es sólido y, precisamente, mejoran los puntos flacos de las de litio: se reduce el riesgo de fugas e incendio, cargan más rápido, tienen una mayor densidad y una vida útil más larga.
Todo ventajas
Que sean más densas implica que, en el mismo tamaño, la capacidad es superior, pero además generan menos calor durante su uso y la carga, por lo que son más eficientes y no es necesario que haya elementos de disipación de calor enfocados en sofocar la temperatura de la batería.
Wearables
Hechas las presentaciones, una de las empresas que tiene voz y voto en la actualidad tecnológica es Samsung, y los surcoreanos, en su división Samsung Electro-Mechanics, han presentado su primera batería de estado sólido de pequeño tamaño. La empresa ha solicitado más de 40 patentes relacionadas con la tecnología y han comunicado que han desarrollado la primera batería ultrapequeña de estado sólido basada en óxido para dispositivos compactos.
Es muy pequeña (se pueden ver prototipos en la imagen), pero la compañía afirma que tiene una densidad energética de 200 Wh por litro, comparable a las baterías de iones de litio mucho más grandes. El modelo es escalable, pdiendo producir baterías de estado sólido con tamaños que van desde milímetros hasta centímetros y pueden fabricarse en la forma que se desee. Los planes son utilizar estas baterías en wearables (un sueño tener relojes inteligentes como el Watch 6 Ultra o el Galaxy Ring con más autonomía).
Sector energético
Pero, al final, las aplicaciones de estas nuevas tecnologías son escalables. El proceso de impresión de Samsung consiste en un apilado de capas de una densidad enorme que evita tanto los problemas de hinchazón de las baterías de iones de litio como la necesidad de tener algo de espacio extra cuando se expanden por el calor. Y pueden construir baterías minúsculas para wearables, pero también otras que sean más óptimas para el uso con energías renovables.
Que se calienten menos y tengan menos probabilidad de fuga del líquido debido a ese aumento de las temperaturas, son aplicaciones muy interesantes en otros campos, como el del almacenamiento de energía procedente de placas solares. También, al poder almacenar más energía en el mismo tamaño, implicaría que no necesitaríamos baterías enormes si queremos, por ejemplo, desengancharnos de la red eléctrica.
También en tamaño familiar
Y puede que Samsung ya esté pensando en todo esto. Hace unos meses, la compañía presentó una batería de estado sólido bastante más grande, la Samsung Super Gap. Está pensada para vehículos eléctricos (interesante también que resista mejor a los golpes que las baterías tradicionales) y cuenta con una capacidad de unos 900 WH/L. En el caso de los coches eléctricos, también es interesante la carga rápida, ya que están preparadas para cargar del 8 al 80% en menos de 10 minutos. No son los únicos.
Queda un poco
La mayor pega, evidentemente, es que es una tecnología nueva, por lo que los costos de producción serán elevados al principio hasta que las empresas fabricantes optimicen tanto el proceso como los materiales. Pero con una Samsung afirmando que producirán en masa sus nuevas baterías de estado sólido ultrapequeñas en 2026 y la Super Gap en 2027, parece claro que las baterías de nueva generación cada vez está más cerca.
Con información de Xataka