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viernes, noviembre 22, 2024

El estrés puede empeorar las alergias, según Harvard

Actualmente, y a pesar de que no hay un registro tan específico, pues hay mucho subdiagnósticos asociados a las alergias respiratorias, sumado a la población que tiene alergia y nunca ha ido al médico, se estima que alrededor de un 25% de la población mundial tiene alergia respiratoria.

Se trata de una cifra que irá en aumento, como consecuencia de la globalización, y por la pandemia, que ha provocado un menor contacto entre las personas, por lo tanto, una menor estimulación del sistema inmune.

Las alergias surgen cuando el sistema inmunológico, de manera exagerada, responde a sustancias inofensivas como el polen de árboles o plantas, percibiéndolas erróneamente como una amenaza. Estas sustancias, conocidas como alérgenos, provocan una reacción exagerada en el cuerpo.

Cuando una persona con alergias inhala partículas diminutas de polen u otros alérgenos, las células inmunitarias en la nariz liberan químicos que causan los síntomas alérgicos. Además, estas células atraen más componentes del sistema inmunológico para enfrentarse a los alérgenos. Cuanto más intensa sea esta respuesta inmunitaria, peor serán los síntomas que experimentará la persona.

¿El estrés empeora los síntomas de la alergia?

La respuesta al estrés es un mecanismo de defensa del cuerpo diseñado para protegerse. Cuando el cerebro percibe una amenaza, alerta a las glándulas suprarrenales para que liberen hormonas del estrés. Esto provoca que el corazón lata con mayor intensidad, aumente la presión arterial y los vasos sanguíneos se contraigan para enviar más sangre al cerebro y los músculos. Además, el estrés acelera la respiración para que los músculos reciban más oxígeno, y libera grasa y azúcar en el torrente sanguíneo para proporcionar más energía.

Este mecanismo es beneficioso a corto plazo, ya que ayuda a enfrentar situaciones desafiantes. Sin embargo, si se activa de forma continua, puede generar efectos negativos a largo plazo, como depresión, ansiedad, hipertensión, diabetes, enfermedades cardíacas, acidez estomacal y otros problemas de salud, entre ellos, una agravación de los síntomas alérgicos.

Las alergias primaverales pueden llegar a ser una situación estresante. Tener que lidiar con ojos llorosos, secreción nasal, estornudos, tos o dolor de garganta afecta la forma en que cada persona sobrevive cada día. “La consecuencia principal es una menor calidad de vida. Esto, naturalmente, puede generar estrés en los pacientes y sus familias”, dijo en un comunicado el Dr. Ahmad Sedaghat, otorrinolaringólogo del Massachusetts Eye and Ear Infirmary, afiliado a la Universidad de Harvard.

La influencia va en ambos sentidos: las alergias no sólo pueden causar estrés, sino que el estrés puede empeorar las alergias.

El estrés, independientemente de su causa, también puede influir en las alergias. Uno de los efectos es de naturaleza psicológica, ya que el estrés amplifica la respuesta emocional a cualquier síntoma que se experimente. Según el Dr. Sedaghat, el estrés intensifica el malestar que causan los síntomas de la alergia. “Cuando las personas están estresadas, pueden sentir que nada está funcionando bien, incluida su salud”, señaló el especialista.

El segundo efecto del estrés es físico. “El estrés puede agravar la respuesta alérgica”, comentó en el mismo comunicado el Dr. Sedaghat. Aunque no se sabe con certeza el motivo, se cree que las hormonas del estrés pueden amplificar la ya exagerada reacción del sistema inmunológico frente a los alérgenos. En resumen, si se está bajo estrés por cualquier razón, es posible que los síntomas de alergia se agraven más de lo normal.

Siete consejos para evitar los malestares de la alergia

Consejos para reducir el estrés

El estrés puede reducirse mediante el ejercicio físico, especialmente aquel que estimula el corazón y los pulmones, y a través de la inducción de la respuesta de relajación. Este es un cambio fisiológico comprobado que ayuda a disminuir la presión arterial, la frecuencia cardíaca y respiratoria, el consumo de oxígeno, los niveles de adrenalina y la hormona del estrés, el cortisol.

Existen diversas técnicas para desencadenar esta respuesta de relajación, como:

  • Realizar ejercicio cardiovascular (que acelere el ritmo cardíaco y pulmonar).
  • Practicar la meditación.
  • Utilizar la visualización guiada.
  • Realizar yoga.
  • Practicar tai chi.
  • Hacer ejercicios de respiración profunda.

Aunque el Dr. Sedaghat señala que reducir el estrés no es el tratamiento principal para las alergias, sigue siendo una estrategia valiosa. “Considere el estrés como un factor que agrava su condición”, mencionó. “Por lo tanto, es crucial encontrar formas de aliviar los factores de estrés psicológico para mejorar el manejo de las alergias” añadió.

“Aún no está claro que la reducción del estrés pueda reducir directamente los síntomas físicos de la alergia, pero parece haber una conexión mente-cuerpo cuando se trata de enfermedades inflamatorias. Por lo tanto, si se reduce el estrés, esperaríamos que los niveles de la hormona del estrés disminuyeran y, por lo tanto, también se redujera la hiperactividad alérgica”, afirmó el especialista.

Meditación

¿Las alergias tienen cura o solo tratamiento?

No tienen cura y es lo que se investiga arduamente en la actualidad. Hasta el momento, los tratamientos son sintomáticos, es decir, hacen efecto mientras se usan, y una vez que se suspende, los síntomas vuelven.

La otra modalidad de tratamiento es la inmunoterapia, que hace que uno quede desensibilizado o que el sistema inmune se haga tolerante al alérgeno por un periodo de 10 años, pero no implica una cura definitiva, “sino que por 10 años aproximadamente, la persona puede tolerar ese alérgeno. Pasado ese tiempo, probablemente se requiera una nueva inmunoterapia” explicó la Dra. Elisa Pereira, inmunóloga del Programa de Alergias de Clínica Universidad de los Andes.

Este tratamiento sirve para alergias respiratorias principalmente, sobre todo en rinitis alérgica y rinoconjuntivitis, sobre todo por pólenes y ácaros, también para gato y asma alérgico.

¿Qué puedo hacer para reducir los alérgenos en el hogar y en el exterior?

Depende del tipo de alergia. Si es a ácaros, lo mejor es tratar de tener una ambientación minimalista y evitar peluches, libros, alfombras, frazadas, en los que se acumula polvo.

Si es alergia a pólenes, en primavera y verano, se recomienda no secar la ropa afuera porque se llena de pólenes, andar con ventanas del auto cerradas y usar circulación del aire, usar anteojos y la mascarilla también disminuye la entrada de alérgenos.

En la casa, se debe mantener las ventanas cerradas en las horas de mayor polinización, que es en la mañana antes de las 10:00, y en la tarde después de las 19:00 horas.

Asimismo, es bueno contar contar con filtros de aire porque reducen sobre todo el polvo “y también purifican en un gran porcentaje los alérgenos que hay en el ambiente, pero hay que recalcar que no son mágicos y no ayudan a que desaparezcan por completo” dijo el inmunólogo Leandro Carreño.

Con respecto a las mascotas, eliminar alérgenos es más difícil, ya que estos se liberan a través del pelaje y las deposiciones. Para el exterior, se recomienda el uso de mascarillas, ya que ayudan a filtrar los alérgenos y permiten inhalar menos cantidad.

Con información de La Tercera.

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