Lo que inició hace varios meses como una pequeña filtración en la calle Concordia del Casco Histórico, hoy se ha convertido en un significativo bote de aguas limpias que recorre varios metros afectando a habitantes del sector Perro Seco.
El derrame de agua se extiende por la concurrida calle Guzmán Blanco formando una laguna que finalmente desemboca en el mencionado sector, convirtiéndose en un verdadero rio de aguas limpias que mantiene preocupados a los habitantes del lugar.
Vecinos de Perro Seco expresaron que ya han reportado la situación y hasta ahora no han obtenido respuestas por parte de las autoridades.
Mientras tanto, se siguen perdiendo miles de litros de aguas diariamente generando una crisis en la distribución normal del agua por tuberías en la comunidad.
«Esta situación nos preocupa porque además de ver mermar el agua por tuberías, este rio que se ha formado en plena calle y que recorre varios maestros hacia Perro Seco, está deteriorando el asfaltado y también afecta a quienes circulan por este lugar», expresó Carlos Yáñez, vecino afectado.
A propósito del deterioro de la capa asfáltica, a escasos metros del referido bote de aguas blancas se encuentra un hueco que cubre casi todo lo ancho de la calle Guzmán Blanco, perjudicando el tránsito vehicular.
«Ese hueco inició como algo insignificante y hoy en día ya cubre ambos canales de la vía. Se suma al deterioro paulatino de la calle principal de Perro Seco, donde tenemos huecos, bote de aguas blancas y unas alcantarillas inestables.
Necesitamos atención gubernamental urgente «, agregó el entrevistado.
De esta manera, habitantes del populoso sector Perro Seco y la calle Concordia del Casco Histórico, hacen un llamado a las autoridades competentes a fin de lograr solución a esta situación que además de afectar la infraestructura vial incide en la calidad de vida de quienes hacen vida en dichos lugares.
Gledis Bonilla