El cáncer de mama es una enfermedad que puede afectar tanto a seres humanos como a mascotas. En octubre, que es considerado el Mes Rosa, los expertos ofrecen una serie de recomendaciones para evitar esta patología en las gatas y en las perras.
Entre los síntomas que pueden indicar que tanto perras como gatas pueden estar padeciendo cáncer de mama, se encuentran: bultos, ulceraciones o deformaciones en una o varias de las glándulas mamarias, ardor, color rojizo o presencia de secreciones.
Si el tumor se disemina y se produce metástasis, la gata o la perra podría sentir dolor, pérdida de peso o disminución del apetito.
Los veterinarios indican que algunas de las causas de la aparición del cáncer es la estimulación hormonal del tejido mamario provocada por los celos.
Otra de las posibles razones para la aparición de la enfermedad es la edad y pertenecer a aquellas razas que genéticamente son más sensibles de padecer esta patología, tales como golden retriever, boxer, terrier escocés, boyero de Flandes, bullmastiff y rottweiler, para las perras.
En el caso de las gatas, están aquellas felinas de raza común europeo (de pelo corto) y las siamés.
El cáncer mamario puede ser originado por cambios hormonales, causados por contaminantes ambientales.
Prevención.
Esterilizar a las mascotas siempre va a ser una de las medidas para prevenir el cáncer de mama en las mascotas, debido a que se inhibe la producción de estrógenos y, por ende, la aparición de tumores malignos.
Otra de las medidas que se deben tomar es vigilar el peso de las mascotas. Llevar a pasear al animal puede ser una manera de evitar el sobrepeso.
Asimismo, se recomienda revisar a la perra o gata para detectar la formación de quistes y acudir al médico al evidenciar cualquier cambio.
Con información de ÚN.