- Quema calorías y tonifica músculos: fortalece piernas, brazos y abdomen con menos impacto en las articulaciones que correr.
- Mejora la concentración y memoria: la coordinación en el salto activa áreas cerebrales vinculadas al aprendizaje.
- Previene enfermedades crónicas: el ejercicio aeróbico fortalece el sistema cardiovascular y aumenta la densidad ósea.
Lo esencial: saltar la soga es una práctica que mejora tanto la salud física como mental, favoreciendo la resistencia cardiovascular, el equilibrio y la tonificación muscular. Estudios del Consejo Americano de Ejercicio indican que esta actividad fortalece las piernas y mejora la elasticidad de tendones y fascias, reduciendo el riesgo de lesiones. Además, investigaciones de la Universidad Johannes Gutenberg demuestran que este ejercicio aeróbico impulsa la memoria y concentración, especialmente en adolescentes. Con solo 100 saltos por minuto, se pueden quemar hasta 802 calorías por hora, lo que lo convierte en una opción completa para el bienestar integral.
Por qué importa: incluir saltar la soga en la rutina diaria aporta beneficios importantes para la salud física y mental, facilitando un estilo de vida saludable y accesible para todos.
- Puede prevenir enfermedades crónicas y mejorar la longevidad.
- Mejora el rendimiento cognitivo y ayuda en la consolidación de conocimientos.
- Es una actividad de bajo costo y fácil acceso, ideal para todas las edades.
Saltar la soga, un ejercicio aparentemente simple y al alcance de todos, se ganó un lugar privilegiado en las rutinas de entrenamiento por sus múltiples beneficios para la salud física y mental. A menudo asociado con el entrenamiento de atletas y boxeadores, este ejercicio combina alta intensidad y coordinación, características que lo convierten en una herramienta poderosa para mejorar la condición cardiovascular, la resistencia y el equilibrio.
Además de fortalecer el cuerpo, mejorar la resistencia cardiovascular, fortalecer piernas, glúteos, abdomen y brazos, saltar la soga estimula el cerebro. Diversos estudios señalan que esta práctica activa tanto la memoria como la concentración, al exigir precisión y ritmo en cada salto. A través de este ejercicio, se potencian habilidades cognitivas y se generan efectos positivos en la mente que complementan sus efectos en la salud física.
Cuáles son los beneficios de saltar la soga para el cuerpo
Saltar la soga activa prácticamente todos los grupos musculares del cuerpo, mejora la resistencia cardiovascular y fortalece tanto las piernas como el tronco, los brazos y los glúteos. Este ejercicio aeróbico tonifica de forma efectiva y aumenta la densidad ósea, lo que ayuda a prevenir la osteoporosis.
Además, al implicar movimientos de alta coordinación y equilibrio, contribuye a mejorar la agilidad y la estabilidad, con un impacto en las articulaciones menor al que genera correr. Según el Consejo Americano de Ejercicio (ACE, por sus siglas en inglés), esta actividad fortalece los músculos de las piernas, especialmente las pantorrillas, y mejora la elasticidad de los tendones y fascias, lo que reduce el riesgo de lesiones en las extremidades inferiores.
Una investigación de la Universidad de Jena, en Alemania, concluyó que saltar la cuerda puede ser más efectivo que el running para quemar calorías y evitar lesiones musculares.
Durante el estudio, diez hombres fueron evaluados mientras saltaban en una pista con marcadores reflectantes en las articulaciones, lo que permitió analizar la eficiencia del ejercicio. La técnica más eficaz, según los investigadores, consiste en mantener la pierna trasera rígida al aterrizar, aprovechando la fuerza del glúteo mayor para impulsar el cuerpo en el siguiente salto.
El estudio mostró que, al realizar este ejercicio correctamente, el gasto energético es mayor de lo que se creía, incluso al mismo ritmo que una carrera. Además de quemar calorías, saltar la cuerda tonifica músculos como piernas, brazos, glúteos y abdomen, y fortalece los huesos sin el impacto articular propio del running.
Cuáles son los beneficios de saltar la soga para el cerebro
Saltar la soga tiene beneficios para al cerebro. Por ejemplo, impulsa a coordinar movimientos, calcular ritmos y responder con precisión, cualidades clave para la concentración y el aprendizaje.
Este ejercicio mejora la memoria y fortalece las conexiones neuronales al activar tanto las áreas motoras como las relacionadas con la planificación y la atención. Al exigir coordinación y agilidad, saltar la cuerda entrena al cerebro para procesar información de manera más eficiente.
El estudio se llevó a cabo con un grupo de 26 estudiantes de entre 13 y 14 años, que participaron en sesiones de salto de cuerda después de clases de matemáticas. De estos, 13 formaron el grupo de aprendizaje diferencial (saltos variados) y 13 integraron el grupo de control (saltos repetitivos).
Los estudiantes que realizaron saltos variados, en comparación con aquellos que mantuvieron un ritmo uniforme, mostraron una mejora sostenida en la retención y precisión de conocimientos aritméticos, especialmente en ejercicios de cálculo mental y fracciones. Esta práctica de saltos diferenciales parece activar mecanismos de coordinación y atención que favorecen la consolidación de lo aprendido, un hallazgo que apunta al valor del ejercicio físico dinámico en el aprendizaje.
Cómo afecta al cuerpo el ejercicio aeróbico
Los efectos del ejercicio aeróbico sobre el cuerpo son amplios y significativos. Este tipo de actividad aumenta la capacidad cardíaca y pulmonar, mejora la circulación y fortalece músculos y huesos, ayudando a prevenir enfermedades crónicas como hipertensión y diabetes. Además, su práctica regular reduce el riesgo de obesidad y favorece un equilibrio físico y mental saludable.
Aquí, diez beneficios de la actividad aeróbica:
- Control del peso corporal: según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), el ejercicio aeróbico ayuda a quemar calorías, contribuyendo a un peso saludable.
- Fortalecimiento del sistema cardiovascular: la Asociación Estadounidense del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés) afirma que actividades aeróbicas como caminar o correr mejoran la circulación y reducen el riesgo de enfermedades cardíacas.
- Incremento de la energía y la resistencia: realizar ejercicio aeróbico regularmente mejora la capacidad pulmonar y la fuerza, lo que facilita otras actividades diarias.
- Mejora del estado de ánimo y reducción de ansiedad: Mayo Clinic menciona que el ejercicio aeróbico estimula la liberación de endorfinas, aliviando los síntomas de depresión y ansiedad.
- Reducción del riesgo de enfermedades crónicas: los CDC informan que la actividad aeróbica disminuye la probabilidad de desarrollar diabetes tipo 2, hipertensión y algunos tipos de cáncer.
- Fortalecimiento del sistema inmunológico: Cleveland Clinic explica que el ejercicio aeróbico regular refuerza la respuesta inmunitaria, reduciendo la incidencia de infecciones virales.
- Mejora de la calidad del sueño: Según Johns Hopkins Medicine, el ejercicio aeróbico ayuda a conciliar el sueño y a mantener un descanso profundo y reparador.
- Beneficios para la salud ósea: la Fundación Nacional de Osteoporosis de Estados Unidos (NOF, por sus siglas en inglés) destaca que las actividades de bajo impacto, como caminar y nadar, mejoran la densidad ósea y previenen la osteoporosis.
- Contribuye a la longevidad: diversos estudios muestran que el ejercicio aeróbico regular se asocia con una mayor expectativa de vida y menor riesgo de muerte prematura.
- Facilita la independencia en la vejez: la Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere que el ejercicio aeróbico mantiene la movilidad, la agilidad mental y reduce el riesgo de caídas en adultos mayores.
Cuánto ejercicio aeróbico se recomienda hacer, según la edad
Las recomendaciones de actividad física aeróbica varían según la edad, con orientaciones específicas para cada grupo. Para niños y adolescentes de 6 a 17 años, los CDC sugieren al menos 60 minutos de actividad física diaria, de intensidad moderada a vigorosa.
Esto debería incluir ejercicios aeróbicos como caminar o correr, y también actividades para fortalecer músculos y huesos, como subir escaleras o saltar la cuerda, al menos tres veces por semana
Para los adultos de 18 a 64 años, la CDC y la Asociación Americana del Corazónrecomiendan entre 150 y 300 minutos semanales de actividad aeróbica de intensidad moderada, o entre 75 y 150 minutos si la actividad es vigorosa. Además, se sugiere incorporar ejercicios de fortalecimiento muscular en dos o más días a la semana.
En el caso de los adultos mayores de 65 años, la recomendación es similar en cuanto a la cantidad de ejercicio aeróbico semanal, pero se incluyen actividades adicionales que mejoren el equilibrio, dado el riesgo de caídas. Ejemplos incluyen caminatas ligeras y ejercicios de bajo impacto, siempre adaptados a sus capacidades físicas.
Para todos los grupos, los expertos resaltan que cualquier incremento en la actividad física es positivo y que moverse más y sentarse menos ofrece beneficios significativos para la salud general y la longevidad.
Con información de Infobae.