La enfermedad por reflujo gastroesofágico o ERGE es un trastorno crónico. Los síntomas se clasifican en dos grupos. Por un lado, se encontrarían los síntomas típicos, como el ardor, la regurgitación o el ascenso de la comida a lo largo del día, o bien una dificultad para tragar los alimentos.
«Después, están los síntomas atípicos, que son manifestaciones fuera del tubo digestivo como pueden ser la tos, el dolor torácico, o la afonía», explica en una entrevista con Europa Press Infosalus la doctora Susana Tabernero da Veiga, jefa de Aparato Digestivo del Hospital Universitario Príncipe de Asturias de Madrid.
Cuenta que esta patología se produce debido al ácido que fabrica el estómago, bien por hipersecreción en la cavidad gástrica, o debida a un ascenso del ácido al esófago en un número de veces superior al habitual; «en algunos casos también puede ser por la suma de ambos factores», apostilla. Existen síntomas de alarma por los que consultar al especialista, según prosigue la doctora Tabernero, como son la falta de respuesta al tratamiento médico, la pérdida de peso y de apetito, así como la dificultad para tragar alimentos de forma progresiva.
¿SE PUEDE CURAR? TIPS PARA MANEJARLO EN EL DÍA A DÍA
Se trata de un trastorno crónico con síntomas que suelen ser fluctuantes, tal y como insiste esta experta en Aparato Digestivo. De ahí que recuerda que actualmente se dispone de tratamiento médico con el objetivo de resolver los síntomas, y de evitar las complicaciones que pueden aparecer a largo plazo.
A juicio de esta experta del Hospital Universitario Príncipe de Asturias, es importante explicar al paciente que resulta imprescindible asociar unas recomendaciones dietéticas en la vida habitual de los pacientes para que los tratamientos médico disponibles puedan funcionar correctamente.
«Por lo tanto, es fundamental tener un peso adecuado a la talla del paciente, siendo el sobrepeso y la obesidad un factor que limita la eficacia de los tratamientos, comer más veces al día con menos cantidad, cenar pronto y de forma ligera, no tumbarse hasta pasadas dos horas de la última ingesta, así como no tomar bebidas alcohólicas, ni fumar«, agrega.
En cuanto a qué alimentos evitar si se padece de reflujo gastroesofágico, la jefa de Aparato Digestivo del Hospital Universitario Príncipe de Asturias de Madrid mantiene que esto varía de unos pacientes a otros, y clásicamente se recomienda evitar comidas copiosas, ricas en grasas de origen animal, o que sean picantes, además del café, de zumos ácidos, de alimentos como la cebolla, el ajo, o el chocolate. «La mejor recomendación es que el paciente evite aquellos alimentos que relacione con un empeoramiento de los síntomas«, insiste esta doctora.
¿SIEMPRE SE DEBE TOMAR MEDICACIÓN PARA SOBRELLEVARLO O ALIVIARLO?
Por otro lado, cuestionamos a la doctora Susana Tabernero da Veiga sobre si siempre para aliviar el ERGE debe tomarse medicación, a lo que responde que se suele recomendar tomar la dosis de medicación mínima que sea eficaz para evitar los síntomas, ya que la presencia de los mismos puede condicionar la inflamación crónica del esófago, «lo cual a medio o largo plazo puede tener consecuencias».
Como en cualquier patología, tal y como prosigue esta digestóloga, lo más importante es hacer una buena historia clínica, recogiendo los síntomas del paciente, así como sus antecedentes y la medicación que esté tomando. En función de la historia clínica del paciente dice que se decidirá si se precisan realizar más pruebas complementarias, principalmente la gastroscopia, la ‘ph metría de 24 horas’, y la manometría.
CUÁLES SON LOS TRATAMIENTOS HOY EN DÍA DISPONIBLES
En este sentido, la experta del Hospital Universitario Príncipe de Asturias de Madrid recuerda que el tratamiento de la enfermedad por reflujo gastroesofágico comienza en las recomendaciones dietéticas y con un cambio en los hábitos de vida del paciente, antes citados, «sin los cuales el pronóstico siempre es peor».
En cuanto a los fármacos que se pautan en las consultas apunta que son aquellos que disminuyen la cantidad de ácido que fabrica el estómago, denominados ‘inhibidores de la bomba de protones’, entre los cuales figura el omeprazol, «ampliamente conocido y empleado en la población».
«Si estos tratamientos fallan sería recomendable valorar el tratamiento quirúrgico en consultas de Cirugía General, especialmente en aquellos casos con cambios anatómicos que pronostiquen peor respuesta al tratamiento médico, como son los pacientes con grandes hernia de hiato», manifiesta esta doctora.
Con información de Infosalus.