Investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), Estados Unidos; analizaron las partículas del asteroide Ryugu, mediante las cuales hallaron indicios de un extinto campo magnético ubicado en los límites del sistema solar, mientras este se encontraba en proceso de formación.
Las muestras del cuerpo celeste fueron obtenidas por la misión Hayabusa 2 de la Agencia Espacial de Japón (JAXA), y se caracteriza por haberse formado en la periferia del Sol, y permanece sin modificaciones desde la consolidación de los planetas. El estudio se publicó en AGU Advances.
En las muestras, encontraron signos de un débil campo magnético que pudo influir en la formación de Ryugu, otros asteroides de su tipo y hasta los planetas gigantes como Júpiter. Los campos magnéticos son fundamentales en la formación de cualquier sistema estelar. Según las teorías con mayor apoyo científico al respecto, los campos propician que la materia se desplace y se concentre hacia el centro de una nube molecular para iniciar una estrella, y un fenómeno similar impulsa la creación de planetas.
Mercurio, Venus, la Tierra y Marte se formaron gracias a la dinámica de esos campos nebulares que arrastraron el polvo disperso, mientras que en los planetas exteriores y los asteroides probablemente se desarrolló el mismo proceso, aunque la comunidad científica carece de suficiente evidencia para respaldar dicha hipótesis. Por su parte, el antiguo campo magnético periférico probablemente era extremadamente débil, y permaneció lo suficiente como para impregnarse en los primeros objetos rocosos.
Era más débil que el campo magnético de la Tierra
Según el reporte de los científicos del MIT, el campo tuvo una fuerza de 15 microteslas. En comparación, la del campo magnético de la Tierra se calcula en 50 microteslas. Pese a la debilidad del flujo, los expertos consideran que fue lo suficientemente fuerte para fusionar las partículas primordiales de gas ypolvo, formar los asteroides del sistema solar exterior, y desempañear un papel relevante en la creación de planetas gigantes, desde Júpiter hasta Neptuno. «
«Demostramos que, dondequiera que miremos ahora, había algún tipo de campo magnético que era responsable de llevar la masa al lugar donde se estaban formando el Sol y los planetas», señaló el autor del estudio, Benjamin Weiss.
¿Cómo se formó el campo magnético primigenio?
Mientras se formaba el Sol, existieron burbujas primigenias de flujo magnético que conformaron a las nubes de polvo. Los astrónomos tratan de explicar esos campos nebulares con toda la información actualmente disponible. El campo nebular que quedó impregnado en Ryugu probablemente se formó por la interacción del gas ionizado que giraba alrededor de las primeras etapas del Sol. Por ello, desapareció una vez que los planetas, lunas y asteroides se consolidaron hace aproximadamente 4 mil millones de años.
Con información Wired