Hace 23 años, Stephen Hawking, uno de los científicos más influyentes del siglo XX, planteó el fin de la humanidad y volvió a hablar de este tema en 2017, un año antes de su muerte. Para el astrofísico, las propias acciones de los seres humanos serían lo que terminaría con la Tierra tal y como se la conoce.
A lo largo de su vida, Hawking hizo importantes predicciones, sustentadas en posibilidades científicas, sobre los siguientes años de la humanidad.
Una de esas advertencias, fue la que hizo en una entrevista que le realizó el periódico británico The Daily Telegraph, en octubre de 2001, en la que aseguró que sería un virus y no una bomba atómica sería lo que acabaría con la población de la Tierra.
Otra advertencia fue sobre el calentamiento global como una de las mayores amenazas para la vida en el planeta. “Estamos cerca del punto de inflexión en el que el calentamiento global se vuelve irreversible», advirtió.
Transcurridas poco más de dos décadas, esta segunda advertencia toma especiall relevancia por cuanto la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) ha confirmado que, si las personas agotan los recursos energéticos del planeta, precipitarán su final más rápido de lo que se cree.
Coincidiendo con los planteamientos de Hawking, la NASA asegura que «la evidencia científica del calentamiento del sistema climático es inequívoca», ya que con las temperaturas han incrementado año tras año, y llegaría un punto en el que la Tierra pasaría a ser “una bola de fuego”.
El científico británico apuntaba también que la sobrepoblación traería como consecuencia la reducción de recursos naturales y una mayor demanda de energía y alimentos. Esto último haría que cada vez más tierras sean utilizadas para el cultivo y, en consecuencia, se arrasaría con fuentes importantes de oxigenación como lo son los bosques y selvas tropicales.
A su vez, la contaminación de los ríos y estanques de agua dulce, sumado al descongelamiento de los glaciares, no dejarían forma de abastecer de agua a la población para el consumo diario. Algo clave para la supervivencia.
Ante esta realidad, la NASA comenzó a difundir y a alertar sobre las consecuencias visibles de los cambios climáticos extremos que «avanzan a un ritmo que no se ha visto en muchos milenios recientes”, como consecuencia de las actividades humanas desde mediados del siglo XIX.
Entre los fenómenos meteorológicos que cada vez se hacen más frecuentes están las inundaciones, las lluvias inesperadas, la fuerza devastadora de huracanes y tifones, los voraces incendios forestales y los cada vez más prolongados períodos de sequía, entre otros.
El año 2600 sería el año exacto en el que, según Stephen Hawking, el planeta quedaría totalmente despoblado y sin recursos. De acuerdo a esta teoría, al planeta tierra y la vida sobre él, le quedan 576 años.
Con información El Informador