El Día del Dermatólogo es una fecha especial dedicada a reconocer la labor de estos profesionales de la salud que se especializan en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades de la piel, el cabello y las uñas. En muchos países, este día se celebra el 14 de noviembre y destaca la importancia de la dermatología en el cuidado integral de la salud, pues la piel es el órgano más grande del cuerpo y cumple funciones esenciales de protección y regulación.
Entre los diagnósticos más comunes que los dermatólogos atienden en su práctica diaria se encuentran los siguientes:
Acné
Es una de las afecciones dermatológicas más frecuentes, especialmente entre adolescentes y adultos jóvenes. El acné se produce cuando los folículos pilosos se obstruyen con sebo y células muertas, generando espinillas, puntos negros o pústulas. Aunque es más común en la adolescencia, puede persistir o aparecer en la adultez.
Dermatitis atópica (eccema)
Esta enfermedad inflamatoria de la piel provoca sequedad, picazón e irritación. A menudo comienza en la infancia y puede ser crónica, aunque también se presenta en adultos. La dermatitis atópica puede estar vinculada a factores genéticos y alérgicos, afectando la calidad de vida de los pacientes.
Psoriasis
Es una enfermedad autoinmune crónica que causa la acumulación rápida de células en la piel, generando placas rojas y escamosas. Suele ser dolorosa y está asociada a otros problemas de salud, como la artritis psoriásica.
Cáncer de piel
Es una de las enfermedades más serias que tratan los dermatólogos. El cáncer de piel incluye varios tipos, como el carcinoma de células basales, el carcinoma de células escamosas y el melanoma. La detección temprana es fundamental para un tratamiento exitoso.
Infecciones cutáneas
Infecciones como las causadas por bacterias, hongos o virus (verrugas) también son atendidas comúnmente en dermatología. Estas pueden afectar a personas de todas las edades y, en muchos casos, requieren tratamiento específico para evitar complicaciones.
Con información de 2001.
