La Arquidiócesis de Barquisimeto reveló este jueves 14 de noviembre el vestido ofrendado por los misioneros Redentoristas y que lucirá la Divina Pastora en su visita 167, en el marco de su centenario de evangelización en Venezuela.
«Para 2025, la devoción se pinta de oro cálido. Es una joya de alta costura, pero el verdadero valor es que tiene a la Virgen en advocación del Perpetuo Socorro, patrona de los redentoristas».
Brillo
Su imagen brillante simboliza la gloria del paraíso al que todos aspiramos con la mediación de María. Como el oro, también es el fulgor de la custodia que expone al santísimo sacramento del altar en adoración de San Alfonso María del Ligorio, fundador de los redentoristas.
Manto
El manto es de seda satinada con detalles bordados a mano y pintura metálica con arabescos y lirios de San José, las flores que brotaron de su vara como símbolo de haber sido elegido por Dios para ser compañero de María.
Detalles
Cristales swarovski bordados transforman piedras en el centro de la espiritualidad redentorista, adoración a Jesús e Eucaristía y amor a la Madre de Dios. La pechera tradicional tiene la estrella de la mañana y el diamante del cielo en la parte superior del velo del ícono del Perpetuo Socorro, enmarcados en arabescos y lirios. Es la estrella que trajo la luz al mundo en tinieblas, la que nos guía en el mar de la vida hasta el puerto de la salvación.
Prendas
La blusa y la falda están confeccionadas en tul y bordadas en perlas, piedras y piezas de acetato en tonos oro y plata. En el centro de la falda resalta una pieza de acrílico espejo con el escudo de la congregación, enmarcado en un medallón a los pies de la imagen de San José.
Escudo
En el escudo están impresos los instrumentos de la pasión, la lanza, la esponja, los clavos y la representación del monte Calvario. La paloma sobre la cruz simboliza el Espíritu Santo. A los lados de la cruz figuran los nombres abreviados de Jesús y María. La túnica del niño es rojo rubí, decorada en perlas y cristales azul rey. El rojo recuerda el amor profundo e infinito de Dios para la humanidad. Simboliza la majestad y el poder divino. El azul es la santidad y la fidelidad a Dios. Dicen las escrituras, Dios ordena a los israelitas que pongan un cordón azul en los bordes de sus vestiduras como recordatorio de sus mandamientos.
Con información de El Impulso.