Por: Francisco Delascio Chitty
En esta época de crisis y de devaluaciones del poder adquisitivo del venezolano, viene a mi mente cierto dicho filosófico: Aurum no omnia vincit, es decir, el “oro no vence todo”. Y pareciese que la naturaleza, adelantándose a muchos acontecimientos, como acto compensatorio, le hubiese proporcionado al hombre un árbol de verde copa cuál cielo de esperanza, de donde penden globosos soles de oro: el limonero, la panacea para curar un sinnúmero de dolencias. Este pequeño árbol, con espinas cortas, hojas elíptico-oblongas, denticuladas, flores blancas y encarnadas; con frutos amarillos ovalados, que terminan en un pezón, es originario del Asía, y actualmente cultivado en todas las regiones tropicales y subtropicales del mundo. Era ya conocido por los chinos en el año 500 a.C. Fue introducido en Europa por los árabes en el siglo XII, y llevado a la América (Haití) por Cristóbal Colón en 1493, durante su segundo viaje. Pertenece el limonero a la familia botánica de las Rutaceae (naranja, mandarina, toronja). Su nombre técnico es Citrus limon. El epíteto genérico de Citrus, proviene del latín, y significa limón. Mientras que el nombre específico de limon, al parecer deriva del árabe “laymun” palabra empleada por ellos para designar a los cítricos. Así, el limón se conoce como laymun-jomib; la lima. laymum-musca; la naranja laymun-jelu y la toronja laymun-sefer. Entre las aplicaciones que se le confieren al limón, se han escrito libros completos, y lo consideran beneficioso para más de 170 enfermedades. De las virtudes del limón, señalaremos: las hojas y flores en infusión, actúan como cicatrizante y tranquilizante nervioso. El jugo puro de limón se emplea para combatir la alitosis (mal aliento), para combatir la piorrea; dolores de cabeza, para desinfectar y cicatrizar heridas extremas; para quitar las manchas de la piel y el acné; combatir la calvicie, la caspa, eliminar callos, verrugas y uñeros. Administrado bajo la forma de limonada (con bastante limón), sirve contra la inflamación de los testículos (orquitis), la obesidad, el tabaquismo, el estreñimiento, las ulceras, la ictericia, el sarampión, la difteria, la diarrea, gripes, fiebres, la arteriosclerosis, para eliminar los parásitos intestinales, la tos y es depurativo sanguíneo. También se toma para combatir las enfermedades de transmisión sexual, las flatulencias, la cirrosis, inflamación de la próstata y prurito uretral. El limón es un sustituto de la crema dental, fortalece los dientes, combate las caries y los blanquea. Friccionando con limón, se reducen los golpes, chichones y hematomas. Mezclado con leche, se toma para curar las hemorroides. El jugo aplicado como loción, se usa contra las quemaduras del sol. Una o dos gotas de limón quitan la conjuntivitis y las semillas hervidas en leche, se usan para eliminar los parásitos. Como podemos apreciar, el limonero es prácticamente una farmacia donde no hace falta dinero. Solo necesitamos la voluntad de cultivarlo y cuidarlo.
Francisco Delascio Chitty