La Asamblea General de la ONU adoptó el miércoles por abrumadora mayoría una resolución que pide un alto el fuego inmediato e incondicional en Gaza, un gesto simbólico rechazado por Estados Unidos e Israel.
La resolución -aprobada por 158 votos a favor, 9 en contra y 13 abstenciones- insta a «un alto el fuego inmediato, incondicional y permanente» y a «la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes», una redacción similar a la de un texto vetado por Washington en el Consejo de Seguridad el mes pasado.
En aquel momento, Washington utilizó su derecho de veto en el Consejo -como ha hecho otras veces- para proteger a su aliado Israel, que está en guerra con Hamás en la Franja de Gaza desde el ataque del grupo militante palestino del 7 de octubre de 2023.
Ha insistido en la idea de condicionar el alto el fuego a la liberación de todos los rehenes en Gaza, afirmando que, de lo contrario, Hamás no tendría incentivos para liberar a los cautivos.
El embajador adjunto de Estados Unidos, Robert Wood, repitió esa postura el miércoles, afirmando que sería «vergonzoso y erróneo» aprobar el texto.
Antes de la votación, el enviado de Israel ante la ONU, Danny Danon, declaró: «Las resoluciones presentadas hoy ante la Asamblea están fuera de toda lógica. (…) La votación de hoy no es un voto a favor de la compasión. Es un voto a favor de la complicidad».
La Asamblea General se encuentra a menudo con que adopta medidas que no pueden pasar por el Consejo de Seguridad, que ha estado en gran medida paralizado en cuestiones candentes como Gaza y Ucrania debido a la política interna, y esta vez no es diferente.
La resolución, que no es vinculante, exige «acceso inmediato» a una amplia ayuda humanitaria para los ciudadanos de Gaza, especialmente en el asediado norte del territorio.
Decenas de representantes de Estados miembros de la ONU se dirigieron a la Asamblea antes de la votación para ofrecer su apoyo a los palestinos.
«Gaza ya no existe. Está destruida», dijo el enviado de Eslovenia ante la ONU, Samuel Zbogar. «La historia es la más dura crítica de la inacción».
El precio del silencio
El embajador adjunto de Argelia ante la ONU, Nacim Gaouaoui, hizo eco de estas críticas: «El precio del silencio y del fracaso ante la tragedia palestina es un precio muy alto, y será más alto mañana».
El ataque de Hamás de octubre de 2023 contra el sur de Israel causó la muerte de 1.208 personas, en su mayoría civiles, según un recuento de AFP basado en cifras oficiales. Ese recuento incluye a los rehenes que murieron o fueron asesinados mientras estaban retenidos en Gaza.
Los militantes secuestraron a 251 rehenes, 96 de los cuales permanecen en Gaza, incluidos 34 que, según el Ejército israelí, han muerto.
La ofensiva de represalia israelí en Gaza ha causado la muerte de al menos 44.805 personas, la mayoría civiles, según datos del ministerio de Sanidad dirigido por Hamás que Naciones Unidas considera fiables.
«Gaza es hoy el corazón sangrante de Palestina», dijo la semana pasada el embajador palestino ante la ONU, Riyad Mansour, durante el primer día de debate de la sesión especial de la Asamblea sobre el tema.
«Las imágenes de nuestros niños ardiendo en tiendas de campaña, sin comida en el estómago y sin esperanzas ni horizonte de futuro, y tras haber soportado dolor y pérdidas durante más de un año, deberían atormentar la conciencia del mundo e impulsar la acción para poner fin a esta pesadilla», dijo, pidiendo el fin de la “impunidad”.
Tras la votación del miércoles, afirmó que «seguiremos llamando a las puertas del Consejo de Seguridad y de la Asamblea General hasta que veamos que se pone en marcha un alto el fuego inmediato e incondicional».
La resolución sobre Gaza pide al Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, que presente «propuestas sobre cómo las Naciones Unidas podrían ayudar a avanzar en la rendición de cuentas» utilizando los mecanismos existentes o creando otros nuevos basados en experiencias pasadas.
La Asamblea, por ejemplo, creó un mecanismo internacional para reunir pruebas de los crímenes cometidos en Siria a partir del estallido de la guerra civil en 2011.
Una segunda resolución que pide a Israel que respete el mandato de la agencia de la ONU que apoya a los refugiados palestinos (UNRWA) y le permita continuar sus operaciones fue aprobada el miércoles por 159 votos a favor, 9 en contra y 11 abstenciones.
Israel ha votado prohibir la organización a partir del 28 de enero, tras acusar a algunos empleados de la UNRWA de participar en el devastador ataque de Hamás.
Con información de France 24
