Cuando se trata de darle sabor a los platillos con grasa, existen dos productos en la cocina muy similares pero totalmente diferentes entre sí: la mantequilla y la margarina.
Son productos comunes en distintas cocinas del mundo que, gracias a su sabor, aspecto similar y textura, suelen utilizarse como sustitutos uno del otro. Sin embargo, presentan diferencias significativas que van más allá del sabor y la textura, pues también afectan la salud de manera distinta.
Por ello, te explicaremos cómo diferenciarlos y te daremos sus características principales para que sepas cuál elegir de manera informada.
La mantequilla es un ingrediente natural extraído de la leche. Se elabora principalmente de la crema de leche que se bate hasta separar los sólidos y los líquidos, donde se obtiene la mantequilla y suero.
Este alimento contiene cerca de un 80% de grasa animal, además de otros elementos como agua, proteínas y cantidades pequeñas de vitaminas como la A y la D. Gracias a su origen animal, la mantequilla contiene grasas saturadas y colesterol.
En el caso de la margarina, este es un producto procesado elaborado a partir de alimentos de origen vegetal. Para hacerla, se utilizan aceites vegetales como los de girasol, palma o soya, que pasan por un proceso de hidrogenación o interesterificación, transformándolos en sólidos.
Este proceso le da a la margarina una textura similar a la de la mantequilla y, para reforzarla, se añaden aditivos, emulsionantes y colorantes. Aunque antiguamente contenía grasas trans, actualmente se presta mayor atención a evitar este elemento.
Diferenciar la mantequilla de la margarina puede ser complicado, ya que la margarina está diseñada para imitar la textura, el sabor y el color de la mantequilla. Sin embargo, hay claves para identificarlas.
La mantequilla suele tener un sabor más untuoso y cremoso con toques lácticos, mientras que la margarina es más neutra y puede presentar ligeros toques artificiales.
Otra diferencia está en la textura: la mantequilla es más estable a bajas temperaturas, mientras que la margarina tiende a ser más blanda, especialmente las versiones pensadas para ser untables. Además, revisar la etiqueta del producto siempre es útil, ya que allí se especifica de qué tipo de producto se trata.
Con información TipsDeSalud.es