La productora y percusionista de la agrupación Herencia Mujer Tambor, Mónica Mancera, exaltó el talento de las mujeres venezolanas tamboreras, quienes superan los sesgos de género, para participar en una actividad musical que es patrimonio de la afrovenezolanidad.
A partir del año 2016 se aperturó formalmente el espacio educativo exclusivo para mujeres, mediante la metodología de Herencia, que es «intuitivo, sentido y técnico». «Nosotros en Herencia creemos en la creación, innovación a partir de lo afrovenezolano no hay limitaciones en la participación», enfatizó nuevamente.
«Desde ese inicio en 2016 decantamos ese camino más de 100 mujeres», puntualizó, en donde se forman a «fotógrafas, madres, gerentes, periodistas, cantoras, aeromozas». Además, aseguró que trascienden esos mitos de que solamente existe un «solo espacio para el hacer, solo un género para tocar». Mancera aseguró que se encuentran en un proceso formativo, originado como «fruto de un laboratorio musical que implica la disciplina y el entrenamiento».
«Así como está la riqueza natural, está la riqueza identitaria», cualidad que Mancera señaló por su origen de las ancestralidades traídas forzosamente de desde «y de esa mixtura sangrienta emerge toda esta diversidad rítmica».
Además, recordó que su agrupación nació en 1999 desde los espacios de la Universidad Central de Venezuela.
Finalmente, Mónica Mancera enfatizó que en el toque tamborero «no hay limitaciones ni distinciones si eres hombre o mujer a la hora de tocar el tambor, si no que tengas la voluntad de hacerlo entonces allí se rompe ese mito de que solo los hombres pueden tocar».
