Más de 300.000 migrantes cruzaron la selva del Darién hacia Panamá en 2024, un 42% menos que el número récord que realizó la peligrosa travesía por la selva desde Sudamérica un año antes, según informaron a Reuters las autoridades de migración panameñas.
La peligrosa selva del Darién conecta a Colombia con Panamá y cada vez más migrantes hacían el viaje hacia el norte para llegar a Estados Unidos.
El presidente panameño, José Raúl Mulino, ha adoptado una postura más dura frente a la migración desde que asumió el cargo en julio pasado, incluyendo el cercado de áreas del Darién con alambre de púas, la imposición de multas y el uso de vuelos financiados por Estados Unidos para deportar a los migrantes.
Funcionarios del Servicio Nacional de Migración de Panamá dijeron a Reuters que 302.203 migrantes cruzaron el Darién el año pasado, un 42% menos que la cifra récord de 520.085 en 2023. Alrededor del 69% de los migrantes en 2024 eran venezolanos, dijeron.
Muchos venezolanos han huido de un prolongado colapso económico en la otrora próspera nación sudamericana productora de petróleo.
«Estamos trabajando todos los días para garantizar que la migración ilegal no llegue a Ciudad de Panamá ni al resto del país», dijo Mulino en un discurso ante los legisladores.
Mulino añadió que su gobierno ha deportado a 1.548 migrantes en vuelos organizados mediante un acuerdo con Estados Unidos.
Sin embargo, a 209.000 venezolanos que cruzaron el Darién el año pasado se les permitió continuar su viaje cuando Panamá y Venezuela suspendieron los vuelos directos tras las controvertidas elecciones de julio en Venezuela.
Los analistas han advertido de que las medidas de Panamá pueden no tener éxito en última instancia porque no abordan los problemas de fondo que impulsan a la gente a emigrar, y que podrían hacer el viaje aún más peligroso.
Con información de Banca y Negocios.