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sábado, marzo 22, 2025

Raúl Mora: Un paseo musical por seis décadas de trayectoria artística

Hablar con Raúl Mora es como abrir un viejo álbum de fotos y darse un paseo por la época dorada de la música en Venezuela. Su fuerte voz baja de intensidad y se quiebra cuando la atrapa la nostalgia que nos lleva a recordar su paso por la orquesta Billo´s y sus seis décadas de carrera artística.

Pero, más allá del legendario cantante hay un ser humano espiritual y visionario, que aprendió desde muy joven a ver las oportunidades de la vida.

Un talento innato
Raúl nació en El Tigre, estado Anzoátegui, se crió en Ciudad Bolívar, en un hogar de 12 hermanos, es ingeniero geólogo de profesión y docente por vocación. Fue gracias a su padre que descubrió su talento para cantar. Aclara que jamás ha estudiado música.

“Mi papá se reunía en casa con sus amigos los fines de semana y empezaba a tocar y cantar. Yo solamente me dedicaba a escuchar. Fue así que aprendí a agudizar el oído, y fue así que aprendí a cantar”.

En ese entonces apenas tenía 12 años. Ese sería el inicio de su paso por la música, pues, más adelante comenzó a cantar en clubes de la ciudad y perteneció a diversas orquestas.

Su mayor influencia musical la marcó la salsa. De hecho, en su dilatada trayectoria compartió tarima con numerosos artistas, muchos de ellos salseros, entre los que recuerda a Ricardo Rey, con quien cantó en el estadio en Heres.

Un milagro para Raúl
Raúl, quien cuenta con 74 años de edad, afirma que las cosas maravillosas que han llegado a su vida han sido milagros de Dios. Prueba de ello fue su encuentro con el maestro Billos Frometa.

“Fue un milagro. Era la época del cassette y como cosa del destino fui a comprar uno y el vendedor tenía uno solo de la Billo´s, pero en pista, es decir sin voz. Me aprendí las 10 canciones que traía ese cassette y me fui a donde El Chino León en radio Angostura y me dijo ´vamos a montarle tu voz a esas pistas, aquí están todos los equipos’. Grabamos. Luego me fui a México a estudiar en una universidad en Guadalajara. Regresé a Venezuela y estaba tocando la Billo´s en el Club de Comercio. Fui a ese evento y me llevé varias copias de aquel cassette, esas pistas se llamaban Fonograma, era el sello del maestro Billos. Llego al club y veo a los músicos de la orquesta y pido hablar con el maestro, me dijeron que no, pero, uno de ellos me llamó aparte y me dijo que el maestro estaba arriba en el primer cuarto, subí le toqué la puerta, apenas la abrió un poquito y aproveché para decirle que le traía unas canciones. Me preguntó si era compositor, ya me iba a cerrar la puerta, le pedí que me escuchara que no eran canciones mías sino suyas. Se sorprendió: ¡¿canciones mías?! Nuevamente iba a cerrar la puerta. Le vuelvo a pedir que se espere, le explico cómo grabé el cassette, lo tomó, se sorprendió al ver que tenía su sello”.

El milagro no quedó allí, el maestro comenzó a escuchar el cassette de Raúl y cuando los músicos, que le habían negado el contacto con el maestro, subieron a aquella habitación quedaron atónitos escuchando aquella voz de aquel joven osado.

“Mi sorpresa fue que luego me llamaron. El maestro estaba fascinado con mi voz. Creo que asoció mi timbre de voz con el de Felipe Pirela”.

Para no olvidar
“Jamás me pasó por la mente que estaría en la orquesta Billo´s. Aquel momento concluyó cuando me pidieron mis datos y quedaron en llamarme. El día en que me llamaron me fui de parranda y llegué tarde a casa, mi papá me regañó, pero, cuando llamé al contacto que me habían dejado de la disquera aún estaba a tiempo. Era el llamado de Billo´s para que me uniera a su orquesta”.

Apenas tenía 15 días de haber regresado al país y por esas cosas de las coincidencias y los tiempos perfectos de Dios, Raúl emprendió un nuevo viaje que cambiaría su vida para siempre.

“La primera presentación oficial con la orquesta la hice en Maturín. Fue un mano a mano con Renato Capriles y Los Melódicos”. Fueron tres años cantando con La Billo´s.

La Billo´s desde adentro
La orquesta desde adentro era sinónimo de disciplina y organización, ingredientes necesarios para alcanzar el éxito, aunque como toda convivencia muchas veces los egos se imponían. Raúl se adaptó a ese proceso y con su visión de empresario musical aprendió todo lo que pudo para desarrollar más adelante su propia orquesta.

“Aprendí desde cómo se hacía la nómina, hasta cómo se presentaba la orquesta. Cuando llegué al tope que ya no había más que aprender me dediqué a visitar emisoras y solicitar que colocaran mis canciones, entre ellas, Mujer Guayanesa, música del maestro Juanito Arteta, y resulta que se pegó en Caracas y en Valencia y empecé a tener la fama de Raúl Mora el cantante nuevo”.

Gracias a la música, Mora conoció muchos países, entre ellos, Colombia, Dominicana, México, Estados Unidos. “La orquesta viajaba como tres veces al año y en diciembre, fijo, 24 y 31 estamos fuera de Venezuela”.

Así se hace un buen cantante
Para él un buen cantante debe cumplir muchos requisitos, pero, “el más importante es cuidar su voz, no es otra cosa que ejercitarla y buscar manera de forzarla menos”.

Reflexionando sobre la evolución de la música, desde su época hasta ahora, dice que “el talento ha crecido exponencialmente, pero si no se desarrolla, se pierde”. Explica que, “antes era lo contrario, existían menos talentos pero quien era captado tendría su ´milagro´”.

Para finalizar, Raúl Mora compartió un momento que atesorará por siempre.

“El momento en el que Amador Bendayán le dijo al maestro Billos: Tienes un cantante de Ciudad Bolívar. Él respondió: Sí, te lo presento. Tiene tres días en la orquesta. Luego me hice amigo de Amador”.

-¿Qué es lo mejor de ser cantante?
-Lo mejor de ser cantante es estar en un escenario donde tú puedes expresar lo que sientes y otro lo capta.

No es fácil plasmar 60 años de vida artística en una página, nos quedamos cortos, pero, la historia de Raúl Mora es un testimonio viviente de que con dedicación y fe en Dios se pueden lograr grandes cosas.

Gledis Bonilla.-

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