Por: Francisco Delascio Chitty
Muchas personas ven a una palma (Arecaceae) como una planta, provista de un tallo erecto, simple, coronado por hojas enteras o divididas. Más ellas, nos brindan variados detalles morfológicos que además de hacerlas más atractivas, nos sorprenden tan sólo con sus tallos, tal como acontece con la “Palma Horqueta”. El prototipo predominante de ellas es presentar sus fustes sin ramificaciones, pero excepcionalmente pueden dividir sus tallos, tal como sucede con ciertas especies exóticas a nuestra flora, palmas: Mazari, Doun Chusan, Datilera, por ejemplo. Por otra parte, Braun y quien suscribe en 1987 documentan en su libro “Palmas autóctonas de Venezuela y de los países adyacentes”, un Cocotero (Coco nucifera) en Catuaro, municipio Ribero, estado Sucre, con una ramificación conformada por cuatro ramas. La división epígea de las palmas es anómala, sus tallos solo tienen un meristemo apical o punto de crecimiento, a partir del cual surgen otras estructuras (hojas, inflorescencias). El tener un único meristemo o yema apical, las hace susceptibles a la muerte, si este es destruido. Eventualmente, la yema apical deja de crecer y dos células próximas a esta pueden diferenciarse formando una nueva rama. Ocasionalmente dicha ramificación, se interpreta como un mecanismo de sobrevivencia cuando algún agente externo (fuego, pisoteo, herbívora, entre otros) daña al meristemo apical. Dicha ramificación puede ser dicotómica, bifurcación en dos ramas similares que conforman una especie de “Y”. De ahí, la inédita denominación de palma horqueta, que le dieron los Llaneros del Hato Piñero (antiguo reservorio de flora y fauna privado), estado Cojedes, municipio Girardot, a la palma llanera. Dicha palma es conocida técnicamente como Copernicia tectorum, el primer epíteto hace honor al astrónomo Nicolaus Copernicus (1473-1543) y tectorum, palabra latina que significa de los tejados, en alusión al uso de sus hojas para techar. Esta palma nativa de Venezuela, resistente a la sequía, fuego e inundaciones, prospera entre los 50-160 m de altitud en los estados llaneros, también en Bolívar, Falcón y Zulia. Ella, representa el árbol emblemático de Guárico donde conforma extensos palmares como los Esteros de Camaguan. Entre los usos de dicha palma tenemos: sus troncos sirven para construir puentes, corrales, viviendas; las hojas para techar, confeccionar diversas artesanías; los frutos algo ácidos son comestibles y la decocción de los mismos en leche, se reportan como expectorante; el cocimiento de las raíces al ser ingeridos, actúa como diurético y para limpiar impureza de la sangre.
Francisco Delascio Chitty.-
