Amanda Dudamel continúa labrando el camino hacia sus metas con la misma pasión que la llevó a conquistar las pasarelas como reina de belleza. Tras establecer su taller en su natal Mérida, la “diseñadora de sueños” ahora trabaja en el lanzamiento de su primera colección de moda, prometiendo piezas que cuenten historias a través de cada hilo.
No obstante, Amanda da puntadas más allá del mundo de la moda. Su espíritu emprendedor la llevó a fundar Tributo, una marca de café de especialidad que nace de su amor por Venezuela. Junto a su prometido Daniel Roa Farías y su socio Edwin Acosta, materializó un nuevo hito al inaugurar, el pasado 4 de marzo, su primera casa de café en Chacao. Este espacio se erigió como un homenaje al café criollo, pero también es la convicción de que los sueños pueden volverse realidad. Amanda y su equipo demuestran que, incluso en un contexto de desafíos, quienes creen y persisten pueden crear un impacto genuino.
“Es la primera vez que tenemos negocio de atención al cliente. Ha sido un reto, porque ya la marca estaba en el mercado, ya vendíamos café en grano, pero sentimos que era el momento perfecto para tener el último eslabón de la cadena de valor, que es poder servir el café en taza y que la gente se lleve la experiencia completa. Tributo es un café de especialidad y nuestra bandera es presentar los métodos de extracción y los filtrados, que es una manera distinta de consumir y disfrutar del café”, explicó Dudamel.
“Todo ha venido de la mano de mi participación en el Miss Venezuela y en convertirme como en una representante de la mujer venezolana, pero también llegó ese deseo de querer mostrar de dónde soy”, dijo la andina sobre ser embajadora de su gentilicio, conocido por su amabilidad.
¿De dónde viene el café?
Todo es merideño. Trabajamos con productores del Valle de Mocotíes, del Páramo de Mariño, Mesa Quintero, Huaraque y nuestra casa de beneficio postcosecha, donde hacemos todo el procesamiento, está en Tovar.
Con información de Últimas Noticias



