Se acerca la Semana Santa y con ella una de las tradiciones mejor conservada por los venezolanos: El consumo de pescado. Aunque muchos, no dejan a un lado comer carnes rojas u otras proteínas para esas fechas de renovación de la fe, otros se mantienen fiel a la tradición, o por lo menos aprovechan la semana para darse un gusto comiendo pescado, ya sea de mar o de río.
Pero con la tradición también llega la acostumbrada alza en los precios de esta proteína pesquera al ser por excelencia la temporada de mayor consumo.
Como antesala a la Semana Mayor, que inicia este domingo 12 de abril, el equipo reporteril de El Luchador hizo su habitual recorrido por diferentes expendios de pescado de la ciudad para conocer los costos del mismo, tanto en especies de mar como de río.
Pescado de mar en alto costo
En el caso del pescado de mar, los más populares se ofertan con precios que ponen a más de uno a pensar antes de comprar. Por ejemplo, el precio por kilo de cojinúa, hasta la fecha, es de 500 bolívares, mientras que el popular cazón fresco se halla en 630 bolívares.
Otros como la cabaña y el jurel se ubican en Bs. 300; mientras que la bonita pintada, el jurelete y la lamparosa tienen precios que van desde los Bs. 350 hasta 450 bolívares.
Otras especies como la lisa se pueden encontrar hasta en 290 por kilogramo. El popular mochuelo, es el que posee un precio más asequible, ubicándose en 80 bolívares por kilogramo.
Un lujo comprar pescado salado
Para quienes prefieren el pescado salado para hacer pisillo para empanadas o pastel, los precios varían de acuerdo al establecimiento. Estos van desde 400 bolívares, en el caso del Lau Lau; 450 en el caso del atún, 520 el dorado, 600 bolívares el mero y 480 bolívares la bonita salada.
Para los que prefieren el pescado de río, la diferencia de precios con respecto al pescado de mar no es mucha. El kilo de dorado y de rayao, que son de los más buscados por los bolivarenses se ubicaban en 350 hasta 380 bolívares el kilo hasta hace pocos días; mientras que otras especies como el coporo, el caribe, la payara, la curbinata y el paisano se pueden conseguir, aún, desde los 300 bolívares en adelante.
Un aspecto a resaltar en esta temporada es la poca distribución del producto pesquero lo que ha afectado a quienes se dedican a la venta de este rubro.
Así mismo, los vendedores afirmaron que la tendencia es al alza en el costo del kilo de pescado, como ya es costumbre a medida en que se acerquen los días santos.
Mientras tanto, los consumidores aseguran que ya nada les sorprende cuando de precios de alimentos se trata, y miran con resignación los costos no solo del pescado, sino de otros rubros.
Opinion de los consumidores
“Lastimosamente estamos viviendo tiempos difíciles con la crisis económica que atraviesa el país. Cada vez el poder adquisitivo es menor. Todas las quincenas saco cuentas para rendir la plata, pero no se pierde la esperanza. A pesar de estos precios se hace el esfuerzo por abastecerse aunque sea de uno o dos kilos de pescado, solo para no perder la tradición, aunque eso implique que también hay que comprar para la ensalada y la yuca para hacer una comida diferente. Pero, lo cierto es que ya nada es como antes que uno compraba pescado para freír, guisar y hacer un buen sancocho”, expresó José Campos, consumidor entrevistado.
Gregoria Mata, otra consumidora consultada, añadió que, “pese a los elevados precios, quizás se hace el sacrificio y se compra algo de pescado, pero hay que tener en cuenta que es un gasto para una sola comida, y más allá de una tradición hay que pensar en qué se va a comer en los días sucesivos hasta que se vuelva a cobrar”.
Aunque los precios del pescado son elevados para el bolsillo del ciudadano común, y peor aún, seguirán incrementándose con la llegada de la Semana Santa, los bolivarenses hacen cálculos para destinar parte de su presupuesto para darse un gusto en la Semana Mayor comiéndose, ya sea frito o guisado, una buena presa del pescado de su preferencia, apostando por dar continuar a la tradición.
Gledis Bonilla
