La República Bolivariana de Venezuela, a través de un comunicado oficial, ha denunciado ante la comunidad internacional el secuestro de la niña venezolana Maikelys Antonella Espinoza Bernal, de tan solo dos años de edad, por parte de autoridades estadounidenses. Este acto, calificando como una grave violación de los derechos humanos y de las normas internacionales, ha generado indignación y preocupación en el país.
Según el comunicado, la niña fue separada de su madre en el momento en que está abordaba un vuelo de repatriación hacia Venezuela. Este hecho se suma a una serie de denuncias previas sobre violaciones de los derechos de los migrantes venezolanos, en contravención de la Declaración Universal de los Derechos del Niño y la Carta de las Naciones Unidas. El gobierno venezolano ha señalado que estas acciones representan un patrón sistemático de separación de familias y de sustracción de menores de su entorno afectivo y familiar.
El canciller de la República, Yván Gil, ha manifestado que el gobierno venezolano recurrirá a todos los mecanismos legales, políticos y diplomáticos disponibles para garantizar el retorno seguro de Maikelys Antonella a su país natal y su reencuentro con su madre. Asimismo, se ha hecho un llamado a la comunidad internacional para que condene estas prácticas y exija el respeto a los derechos fundamentales de los migrantes y sus familias.
El gobierno venezolano reitera su compromiso con la defensa de los derechos humanos y la protección de los ciudadanos venezolanos en el exterior, y exige la inmediata devolución de Maikelys Antonella Espinoza Bernal a su familia en Venezuela, añadió el texto.
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