Científicos descubrieron una nube formadora de estrellas que es una de las mayores estructuras individuales del Cielo y una de las más cercanas a la Tierra, un hallazgo que podría redefinir la compresión del medio interestelar.
La enorme nube molecular de hidrógeno invisible hasta ahora para los científicos ha sido bautizada «Eos», en honor a la diosa griega del amanecer.
Es la primera vez que se detecta una nube molecular con luz emitida en el ultravioleta lejano del espectro electromagnético, lo que «abre las puertas a nuevas exploraciones con este método».
Las nubes moleculares suelen detectarse con métodos convencionales, como observaciones de radio e infrarrojos, pero en este trabajo emplearon un enfoque diferente: la fluorescencia en el ultravioleta lejano.
El cientifico Burkhart detecta que, esa nube brilla literalmente en la oscuridad, lo que puede ser «una oportunidad única» para estudiar las propiedades de una estructura dentro del medio interestelar.
Con información Diario Primicia
