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Ciudad Bolivar
miércoles, mayo 14, 2025

Un africano en la Táchira

Por: Francisco Delascio Chitty

Una amiga, al ver las flores del Baobab en el mes de abril, ubicado en la avenida Táchira de Ciudad Bolívar, me sugirió que escribiera sobre él, y dándole respuesta, hoy le dedico estas líneas. El “Baobab o Baú-ba”, es pariente de la Ceiba (Ceiba pentandra) y de las Cayenas (Hibiscus ssp) pues pertenecen a la familia botánica de las Malvaceae; su denominación técnica es Adansonia digitata; el primer epíteto honra al botánico francés Michel Adanson (1727-1806) quien describió por primera vez al árbol; y digitata, es palabra latina “digitatus” semejante a una mano abierta en alusión a sus hojas. El Baobab es originario de África, Australia y Madagascar, surgiendo hace 21 millones de años. Bajo la forma de cultivo se localizan en diferentes regiones tropicales del mundo; en nuestro país se ubica como ornamental en los estados Aragua, Barinas, Bolívar, Falcón, Zulia y Distrito Capital. En Ciudad Bolívar tenemos al ya citado de la avenida Táchira y “otro” en el Jardín Botánico del Orinoco. Es árbol longevo, vive varios milenios; alcanza 70 mts de altura y su tronco 10 mts de diámetro; su copa extendida se asemeja a raíces; las hojas son digitadas, flores blanco-cremosas de 10-20 centímetros de diámetro, péndulas, quiropterofilas (polinizadas básicamente por murciélagos); fruto oblongo, marrón-tomentoso; semillas reniformes embebidas en una pulpa cremosa. Por el número de semillas (30) se le conoce como” bolsa de Judas”, pues lo asocian con los siclos o monedas de platas con las que Judas entregó a Jesús. Además, lo llaman “árbol de botella”, no solo por la apariencia de su tronco, sino por la capacidad de almacenar unos 120 mil litros de agua; con la madurez, puede ahuecarse convirtiéndose en abrevaderos naturales. Los frutos son apetecidos por los simios, de ahí que se le designe como “pan de mono”; la pulpa rica en vitamina C, calcio, magnesio, hierro, es empleada en la culinaria y medicina africana. Mitológicamente, los Baobabs son panteones que albergan divinidades del bien (Orishas) y del mal (Mbumba). Es el árbol icónico del África y representa la resiliencia y fuerza de diferentes culturas africanas. En Ciudad Bolívar, la presencia de la data del año 1915 cuando es sembrado en la avenida Antonio de Mendoza frente al cine Plaza por Remigio Páez de semillas traídas de París; por su parte, el doctor Paul von Büren, indicó que fue plantado por Carlos Palazzi, con material importado de la Isla de Trinidad. Por los años 50, este fue derribado por una tormenta; y del árbol caído sacaron estacas las cuales fueron plantadas en diferentes lugares, solo arraigó el que está en la avenida Táchira; de este, la familia Martínez von Büren retiraron semillas de sus frutos que luego de germinar le donaron plántulas al “Jardín Botánico del Orinoco”. Ojalá que los habitantes de la ciudad, no sigan actuando con los árboles de Angostura, como el protagonista del libro “El Principito”, de Antoine de Saint-Exupéry, que consideraba al Baobab una mala hierba, la cual había que aniquilar, destruir y arrasar.

Francisco Delascio Chitty

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