Conductores del transporte público en Ciudad Bolívar han manifestado su profunda preocupación ante la constante devaluación del bolívar, situación que impacta directamente sus costos operativos y compromete la prestación de un servicio eficiente.
Frente a esta realidad, hacen un llamado urgente a las autoridades municipales para que consideren la posibilidad de establecer una tarifa anclada al dólar, con el fin de preservar el valor real del pasaje y garantizar la sostenibilidad del servicio.
Según representantes del gremio, los precios de repuestos, lubricantes, cauchos y otros insumos necesarios para el mantenimiento de las unidades aumentan constantemente, mientras la tarifa actual, fijada en bolívares, pierde valor aceleradamente. Esta situación, sumada a la inestabilidad cambiaria, hace cada vez más difícil cubrir los gastos operativos.
«Trabajamos prácticamente para mantener las unidades», afirmó Asdrúbal Guarisma, propietario de un carro por puesto. “Cada día que pasa, nuestros ingresos valen menos y se nos hace cuesta arriba invertir en el mantenimiento de los vehículos. Diariamente gasto 20 dólares en gasolina, ya que la subsidiada solo podemos obtenerla una vez a la semana. Un pote de aceite cuesta 10 dólares y mi carro consume cuatro.
Además, hay repuestos que duran apenas entre 25 y 35 días: un soporte de motor cuesta 34 dólares; la rolinera de chumacera, 20; rolineras delanteras, 18; y traseras, 13. Un disco de croche puede costar hasta 60 dólares y dura entre 30 y 60 días, dependiendo de su calidad. Como dueño, produzco entre 20 y 40 dólares diarios. Como verá, gasto más de lo que ingreso».
Por su parte, Francisco Sifontes, conductor de una unidad Encava, explicó que debe pagar 35 dólares diarios al dueño del autobús y que sus ingresos apenas le dejan entre 10 y 20 dólares al día, sin contar el pago del colector. “¡Es duro!”, afirmó. “Lidiamos con el calor, con pasajeros que no pagan o no cancelan el pasaje completo, especialmente estudiantes y adultos mayores. Una paila de aceite mensual puede costar entre 150 y 200 dólares, y los filtros, entre 250 y 300. La gasolina es lo único subsidiado y solo nos asignan 100 litros de manera interdiaria. Si no conseguimos, simplemente no trabajamos porque se nos sale del presupuesto».
A pesar de las dificultades, los conductores expresan su voluntad de seguir prestando un servicio de calidad, pero insisten en la necesidad de ajustar la tarifa a la realidad económica del país.
Sin embargo, algunos usuarios no comparten esta propuesta. Lina Farfán, una usuaria frecuente, expresó su desacuerdo con un posible aumento. «Nuestro salario es muy bajo y no se ajusta al precio del dólar. Me parece un exceso lo que piden los choferes», comentó.
La propuesta de anclar la tarifa al dólar busca ofrecer mayor estabilidad tanto para los trabajadores del sector como para los usuarios. Los transportistas aseguran que esta medida permitiría mantener el valor real del pasaje, garantizar el mantenimiento de las unidades y mejorar el servicio.
El gremio espera una pronta respuesta por parte de las autoridades municipales y se muestra dispuesto a dialogar para discutir los detalles de la propuesta, en busca de una solución que beneficie a toda la población de Ciudad Bolívar.
Mirladys Marcano
