Un sismo de magnitud 5.5 en la escala de Richter sacudió el mar Mediterráneo frente a las costas de Cabo de Palos, España, afectando también a Marruecos y Argelia. El evento generó inicialmente una alerta de tsunami que, afortunadamente, ya ha sido desactivada.
Según el Instituto Geográfico Nacional (IGN) español, el epicentro del temblor se localizó a una profundidad de 2 kilómetros. Alcanzó una intensidad máxima de IV en la escala EMS, lo que significa que el movimiento telúrico fue claramente percibido por la población.
Minutos después del sismo, los servicios de emergencias recibieron decenas de llamadas. Además, el sistema de alertas sísmicas de Android se activó automáticamente, enviando notificaciones a numerosos teléfonos móviles en las provincias españolas de Almería y Granada. Estas alertas incluían recomendaciones detalladas sobre cómo actuar tras un terremoto, proporcionando información crucial a los residentes.
Con información de agencias



