Mira lo que me encontré/por andar agachadito/una guayaba madura/picada por un pajarito/. Estrofa del Joropo Larense o Golpe Tocuyano “La Puerca”. En dicha manifestación, se evidencia el estímulo de elementos naturales en el acontecer humano.
La guayaba, guayabo, guava, goiaba, arasá; wadoma, (pemón), wayäwa (baniva), wáiawa (kariña), fwáiawa (makiritare) o waiaba (warao); es especie del neotrópico. En Venezuela se localiza ampliamente entre los 0-1800 m de altitud. Árbol de 10 m de alto; tronco retorcido, marrón-rojizo; hojas aromáticas, coriáceas; flores blancas fragantes, fruto baya 10 cm de diámetro, periforme-globoso; coronado por un cáliz , acrescente; pulpa carnosa, rosada o amarillenta con escleridas (células pétreas) que le dan textura arenosa, quizás por ello, Bernardino de Shagún (1499-1590), franciscano, etnógrafo, considerado el primer antropólogo de la Nueva España (México) reseña que los Nahuas, grupo prehispánico llaman a la guayaba “xalxocotl”, fruto arenoso; sus semillas blancas de 3-5 mm de long germinan entre 2-10 semanas y fructifican a los 2-4 años.
Su epíteto es Psidium guajava, el primer apelativo, deriva del latín “psidion”, granado, por la semejanza de los frutos; y guajava, es voz arahuaca, taína, para designarlo. Es rica en vitaminas A, B, B5, C, niacina, potasio, calcio, sodio, magnesio, fósforo, zinc, queracitina, licopeno y carotenoides.
La decocción de la raíz combate la diarrea; con las hojas se preparan baños de asiento contra el prurito rectal o genital, incluso hemorroides, también como baño corporal para la sarna. Infusiones de las hojas se toman cuál paliativo en casos de colitis, diarreas, flatulencias, regular el azúcar en la sangre, desinflamante, hipertensión, contra el estrés, insomnio, como relajante muscular y para mejorar la fertilidad masculina; externamente se aplica como buches contra infecciones bucales, lavar úlceras venosas, heridas y abrasiones.
Las flores en infusión son lenitivas en caso de sarampión y problema menstrual de las mujeres; los frutos son vermífugos. Con su madera se elaboran trompos, mangos o cabos de herramientas. Los frutos tienen múltiples aplicaciones en la culinaria, empleándose también en la preparación de un licor espirituoso. Generalmente, los frutos presentan larvas de la mosca Anastrepha striata, que causa su pudrición; igualmente el árbol es atacado por un hemíptero: Capulinia linorosae (escama algodonosa, cochinilla), que se alimenta de la savia del árbol reduciendo su vigor; detectado por primera vez en Venezuela en 1993 y responsable de la devastación de guayabales en los estados Zulia y Cojedes.
Fray Ramón Pané, catalán, primer europeo en aprender la lengua taína, en su obra “Relación Acerca de las Antigüedades de los Indios”, comenta: ellos, creen en el coaybay (recinto de los muertos), custodiado por Maquetauri guayaba, esos espíritus u opias salen a recreo en la noche a visitar a los vivos, comer guayaba, a fiestar y buscan yacer con mujer.
Unos dichos populares son: El peor marrano se come la guayaba (disfrutar un beneficio inmerecido); esa es una guayaba (fémina atractiva), ¿y de la guayaba qué? (cuando alguien dice sandeces y se le pide sea concreto), tener un guayabo (melancolía por ausencia de un ser querido).
Para rematar, esta prosa de Ángel Custodio Loyola (1926-1985), guariqueño, “El cantor del Llano”: La guayaba nació verde oye mi vida/ el tiempo la maduró/mi corazón nació libre y el tuyo lo cautivó/por aquí me llevan preso/por este camino real/por una guayaba verde que pico mi turpial.
Por: Francisco Delascio Chitty
